la psicosis esquizofrénica.

las esquizofreniAS DE hENRI eY.

Psicopatología y fenomenología de la psicosis esquizofrénica:

"la esquizofrenia".

(según textos clásico de Henri

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Docencia residentes mir y pir psiquiatría y psicología de Aragón

Aconsejo al lector revisar: Cronología histórica de la esquizofrenia, por Dr. P. Armando Berrettoni, en Alcmeon 01. http://www.alcmeon.com.ar/1/1/a01_5.htm

La esqui­zofrenia es una forma de existencia delirante que comporta experiencias delirantes primarias y una elaboración autística o secundaria del Delirio en la constitución del mundo” (H. Ey dixit)

LAS PSICOSIS ESQUIZOFRÉNICAS. Estudio clínico y anamnesis. Ver:

1) Psicopatología del pensamiento.

"El pensamiento mágico, La idea delirante y la paranoia".

2) Fenomenología de Episodio psicótico agudo:

3) Semiología y psicopatología de los trastornos senso-perceptivos y alucinaciones.

Adaptación del texto de Henri Ey, y su célebre tratado de psiquiatría.

Advertencia para el lector: Sólo Función docente e investigadora.

No útil como texto de autoayuda, ni para diagnóstico y tratamiento actualizados.

Ver psicopatología del pensamiento delirante:

a. La idea delirante. Génesis y formación del delirio.

b. Temática y contenidos de las ideas delirantes.

c. Alienación de la persona:El yo psicótico”.

Tipo de “alienación mental”, caracterizada por un proceso de disgregación mental, que ha sido llamado alternativamente "demencia precoz”, “discordancia intrapsíquica" o "disociación autística de la personalidad.", y por fin “esquizofrenia” por Bleuler (1911).

Dicho proceso es más o menos lento, progresivo y profundo: se caracteriza, como afirmaba Bleuler: por un síndrome deficitario de disociación (déficit asociativo y formal del lenguaje), y por un síndrome secundario (positivo) de producción de ideas delirantes y alucinaciones. El paciente deja de construir su mundo en relación con los demás, para perderse en un pensamiento autístico, en un caos imaginario. Es característica la creencia de realidad, y por tanto la falta de conciencia de enfermedad.

No es una entidad unitaria, presenta muchas formas evolutivas, sin síntomas patognomónicos, y pronóstico variable.

Mejor hablar de “grupo de esquizofrenias”, o “trastornos esquizofrénicos”. (nos dice H. Ey)

“La esquizofrenia es una forma de existencia delirante que comporta experiencias delirantes primarias y una

elaboración autística o secundaria del delirio en la constitución del mundo (H. Ey dixit)

-La Esquizofrenia difiere de las Parafrenias (en una medida que parece discutible para la mayoría de autores) en que el Delirio fantástico ofrece, por así decir, dos caras: la del mito delirante y la de una buena adaptación a la realidad cotidiana.

-En lo que concierne al diagnóstico de las Psicosis esquizofrénicas en relación con el de las Psicosis delirantes crónicas, debemos repetir que la Esquizofrenia constituye una especie de este género, caracterizada por la regresión cada vez más hermética a un mundo de ideas, de sentimientos, de percepción y de creencias cada vez más impenetrables. .....

(ver historia y definición de la noción de esquizofrenia según texto de H. Ey.).

-“Idea delirante primaria” de K. Jaspers.

1. -EL COMIENZO: LA ESQUIZOFRENIA "INCIPIENS".

¿Cómo diagnosticar una esquizofrenia al inicio de la enfermedad?.

¿Una psicosis aguda que se prolonga, una “bouffe delirante”, una reacción psicótica aguda, o disociativa grave?. En el terreno afectivo: un episodio depresivo "atípico", una psicosis afectiva con delirios incongruentes, una fase de manía psicótica. En una neurosis obsesiva que "se disocia", una "crisis de originalidad juvenil", grave o prolongada, trastornos caracteriales "raros", y otros muchos cuadros, plantean este problema de diagnóstico que es el más difícil y más grave de la psiquiatría.

En el plano semiológico la esquizofrenia incipiente está casi desprovista de especificidad.

Se ha intentado hacer una lista de síntomas específicos o patognomónicos de la esquizofrenia (Bleuler, Gruhle, C. Schneider, etc.), pero son demasiado inconstantes para poderse basar en ellos, tales como, por ejemplo, fenómenos de despersonalización, el síndrome de automatismo mental, las intuiciones delirantes, los signos catatónicos, etc.

¿Cómo se reconoce la evolución hacia una psicosis crónica esquizofrénica?.

Es sobre todo por la organización progresiva de los trastornos, por su movimiento evolutivo, y deterioro psicótico producido.

Sin duda, el clínico experimentado “huele” (como les gustaba decir a Minkowski y a Rümke) esta cualidad especial del cuadro clínico, pero es prudente no formular el diagnóstico más que después de una larga observación, si uno no quiere equivocarse, lo que supone graves inconvenientes prácticos.

Ver: "el sentimiento precoz" (The praecox feeling of schizophrenia) de Rümke HC.

Cuatro grupos entre estas FORMAS DE COMIENZO de la enfermedad. (según H. Ey)

1.Las formas progresivas e insidiosas que presentan la mayor continuidad en su desarrollo son aquellas que conducen lentamente al enfermo desde la predisposición caracterológica o neurótica hasta la esquizofrenia.

2. Las esquizofrenias de comienzo agudo: “brote psicótico” La enfermedad puede empezar por un gran “acceso delirante”, una "bouffée delirante" o una crisis catatónica.

3. Forma intermitente: Aparecen grandes episodios que constituyen una evolución en forma cíclica sobre un fondo esquizoide.

4. La forma monosintomática: con la aparición de síntomas tanto más desconcertante cuanto que se dan aislados. (p.ej: trastornos de conducta, suicidios, conducta bizarra, fugas, etc.)

Factores caracteríales de predisposición. Psicotipo.

-La escuela de Tubinga (Kretschmer) ha ligado el biotipo, que intentó definir como predisposición para la esquizofrenia, a un psicotipo que corresponde al tipo “introvertido” de Jung (1907) y al tipo “esquizotímico” de Bleuler (1920).

-Estos términos designan un tipo de carácter normal, de humor retraído, hipersensible, de apariencia fría, que tiende a la inhibición, pero que se libra a descargas impulsivas inadecuadas.

-Los introvertidos esquizotimicos son seres meditativos, sistemáticos, abstractos, obstinados y soñadores.

De la esquizotímia se puede pasar a la esquizoi­dia (carácter ya patológico) en el que el humor retraído se convierte en "aislamiento", mientras que la inhibición y la impulsividad terminan en la desadaptación social, y la meditación profunda, la tendencia al sueño y a la abstracción se convierten en espíritu de sistematización, en racionalismo mórbido y en idealismo rígido.

Está admitido que entre los familiares de esquizofrénicos existe una proporción de esquizoides (15 a 35 %) largamente superior a la que existe entre la población general que seria alrededor de 3%.

¿Pero se trata en realidad de la herencia?

Para Y. O. Alanen (1958) y M. Bleuler (1972) este carácter seria más bien adquirido por la influencia del medio familiar. Esta noción de esquizoidia (con su falta de rigor metodológico y de precisión estadística) se impuso, y todos los psiquiatras hacían uso de ella.

No se debe hacer desempeñar a este factor caracterológico un papel exagerado, ya que algunos han querido hacer de esta trilogía (esquizotimia, esquizoidia, esquizofrenia) el proceso habitual de la evolución de esta enfermedad.

Esto no es conforme a los hechos, ya que solamente el 50% de estos enfermos manifiestan este tipo de "carác­ter preesquizofrénico", y para M. Bleuler, incluso sólo el 33%. En más de un 30% de nuestros pacientes, no encontramos rasgos de personalidad anómalos. (H. Ey dixit)

1. Carácter preesquizofrénico y las formas progresivas de comienzo.

Hemos descrito antes los rasgos del carácter esquizotímico, considerado como normal, y los de su agravación patológica, la esquizoidia. Un cierto número de enfermos prosi­guen esta evolución y entran casi insensiblemente en la esquizofrenia. Estas "esqui­zoidias evolutivas" más o menos neuróticas constituyen los estados preesquizo­frénicos.

a) La preesquizofrenia.

La puerta de entrada a la psicosis esquizofrénica está constituida aquí por una organización caracterológica de la personalidad, rasgos que, al agravarse, van a convertirse en "esquizofrénicos".

Dos tipos de carácter preesquizofrénico:

-La esquizoidia evolutiva. La acentuación de las posiciones de inhibición y de rigidez del carácter esquizoide conduce a una serie de modificaciones intrapersonales e interpersonales. Ante todo consiste en debilitamiento de la actividad, que se carac­teriza por la "pérdida de rapidez" en el alumno que era bueno, su desinterés, sus calle­jeos, su desidia, el abandono del trabajo o los repetidos cambios de empleo. También consisten en la modificación de la afectividad. El sujeto se retrae sobre si mismo, parece falto de atención e indiferente a las penas y a las alegrías (atimormia de Dide y de Guiraud).

Este comportamiento finaliza en actitudes de enfurruñamiento, de displicencia, a menudo entrecortadas por actos, ideas o sentimientos paradójicos (un súbito interés por la filosofía, por el teatro, por la política o por los medios excéntricos).

La hostilidad hacia la familia es constante: revela un conflicto entre ten­dencias (fijación-aversión) que anticipa la ambivalencia del periodo de estado. A los mismos conflictos entre la pulsión y la prohibición hay que remitir las anomalías sexuales, resueltas lo más a menudo por la inhibición (apragmatismo sexual).

Las modificaciones que sufre el carácter sorprenden a los que rodean al enfermo. Bien es la acentuación progresiva de la tendencia al aislamiento y a la ensoñación, que le lleva a ser un "salvaje", un huraño, o a posiciones originales caricaturescas, o bien descon­cierta por el "cambio" experimentado por un sujeto, hasta entonces taciturno y pasi­vo, que afirma su agresividad oponiéndose a todo y a todos.

-La etapa de neurosis prepsicótica.

La esquizofrenia puede tomar el aspecto de una neurosis mas o menos próxima a la histeria y que evoluciona por brotes. Es en estos casos en los que Claude ha hablado de esquizosis y de crisis esquizomaníacas. (ver esquizoneurosis)

1) Paso de la serie neurótica (trastornos de conversión, crisis de excitación, catalepsia, amnesia siste­mática) a la serie psicótica (impulsividad, catatonia., autismo). Bleuler, Janet y, más recientemente, Baruk, Hoch, etc., han insistido acerca de estas formas de paso esquizoneuróticas o seudoneuróticas.

2) Formas obsesivas de la preesquizofrenia.

La neurosis obsesiva., en general, constituye un modo de defensa tan coherente y finalmente tan sólido, que el sujeto halla en sus conductas una defensa eficaz contra la disgregación del Yo: dudas, ritualización, control y obsesividad.

Sin embargo, puede suce­der que no pueda estructurar su neurosis, y se le ve entonces oscilar entre las posi­ciones neuróticas y la invasión del proceso esquizofrénico. En este caso, la construc­ción obsesiva se encuentra cruzada por experiencias delirantes de influencia y de extrañeza; el comportamiento duda entre la conducta sistemática y ritual y la conducta autística y delirante. Así, el obsesivo descompensado, dará lugar a una melancolía, o una paranoia.

3) Es más raro ver una neurosis de angustia evolucionar hacia la esquizofrenia.

Sin embargo, esta eventualidad tiene lugar en ciertas formas de angustia con grave carga hipocondriaca en la que, a través de los brotes de angustia, se organizan temas de posesión, de ocupación y de división corporal (ilusión de embarazo, "trabajo en el cuerpo").

-Ver también personalidad sensitiva, (hipersensible a la crítica, depresiva de base, con ansiedad social) y delirio sensitivo de relación de Kretschmer.

-Ver también la "psicosis masturbatoria" y delirios de auto y de heterodepreciación sexual (Castilla del Pino)

- Otra forma del carácter preesquizofrénico: la heboidofrenia de Kahlbaum (1885).

Conductas de oposición familiar y anormativa social en jóvenes, que hace que sean considerados como “psicópatas perversos”. Pero la existencia de trastornos del curso del pensamiento, de fases depresivas que bordean el estupor, de fases de exci­tación que comportan experiencias delirantes, muestra que esta impulsividad maligna evoluciona en el sentido de la disgregación. LOS PSICOPATAS DESALMADOS de K. Schneider

b) La invasión progresiva del Delirio.

Verdadero signo de alarma de la psicosis, el delirio indica la "fisuración del Yo": ésta se percibe en la perturbación, a veces mínima, del contacto con el psiquiatra (tiempo de latencia antes de la respuesta, acti­tud de rechazo, de desconfianza, de ocultación, de distracción, de ensoñación, etc.).

Con frecuencia, las "ideas delirantes" parecen brotar sin razón, ni motivo, ni condi­ción (Gruhle) y el síndrome de automatismo mental se instala con sus fenómenos alucinatorios (eco del pensamiento, robo y control del pensamiento).

El automatismo mental" de G. De Clérambault.

Generalmente son temas hipocondríacos, temas de influencia, de envenenamiento, de transforma­ción, de posesión diabólica o erótica, a veces temas megalomaniacos; los que surgen y asombran a las personas circundantes.

La idea delirante puede estar apenas expresada, ser vaga, estar oculta, o por el contrario ser repentina o aislada, correspondiendo al fenómeno primario del delirio, según la escuela de Kurt Schneider.

Más a menudo se desarrolla un verdadero sistema ideológico que mezcla sus especulaciones abstractas con las interpretaciones e intuiciones delirantes. Puede verse entonces al enfermo recorrer los círculos esotéricos, entregarse a investigaciones misteriosas, cogitar sis­temas de reorganización cósmica, crear religiones, dedicarse a experiencias espiritis­tas, etc.

En su mínimo grado, estas formas constituyen el "racionalismo mórbido" de E. Minkowski. Caracterizado por la tendencia a la racionalización sistemática y fría de todos los acontecimientos y de todas las relaciones interhumanas.

A veces la evolución delirante es menos lenta y más "estrepitosa".

La invasión estalla por medio de experiencias alucinatorias o de despersonalización, o bajo la forma de intuiciones que parecen irrumpir en una conciencia clara. El sujeto, después de un periodo de angustia, se habitúa a ello. Habla con exaltación de sus elucubra­ciones, pero con mayor frecuencia las esconde. Se adivinan sus alucinaciones por su actitud de escucha, por los silencios o por las cóleras que intercala en su discurso.

Además, a veces el delirio se manifiesta a través de las rarezas en el comporta­miento, de los cambios de empleo o de lugares, de la huida ante los perseguidores y sus diabólicas maquinaciones.

Hace falta conocer bien estas formas alucinatorias que se constituyen rápidamente o incluso súbitamente sobre un terreno esquizoide o equizoneurótico.

2.° Comienzo por estados psicóticos agudos.

En lugar opuesto a los comien­zos progresivos a partir del carácter preesquizofrénico, se sitúan los comienzos agu­dos cuya frecuencia, según los autores, se estima en el 30% o incluso en el 50% de las formas de comienzo (40% según Bleuler, 1972).

a) Crisis delirantes y alucinatorias agudas.

A veces la psicosis "estalla" en forma de un brote delirante que corresponde a la de “las psicosis delirantes agudas”.

Es difícil describir los síntomas y las particularidades propias de estos accesos de delirio, los cuales, en vez de curar (como ocurre en el 40 o 50% de los casos), siguen una evolución esqui­zofrénica.

La importancia de las alucinaciones psíquicas y del síndrome de automatis­mo mental (eco y robo del pensamiento, síndrome de influencia), las expresiones raras y abstractas del delirio, la falta de conciencia de la enfermedad, el dogmatismo de las creencias delirantes y, por el contrario, la ausencia o el débil grado de los trastornos de la conciencia, pueden ser considerados como elementos semiológicos valederos.

Ni que decir tiene que, en presencia de tal explosión de delirio, el clínico duda, y resulta muy difícil saber si se trata entonces de una psicosis aguda "sin consecuen­cias" o "sin mañana" como decía Magnan, o de un brote delirante que va a "acabar mal" (Tinel). ¿podemos llamara esquizofrenias agudas a estas psicosis delirantes?.

(ver episodio esquizofreniforme según CIE -10)

Ver el clásico trabajo de Klaus Conrad en su obra (Diebeginnende Schizophrenie, 1958), “la esquizofrenia incipiente”, donde describe la constitución y de la organización del mundo autístico a partir de las experiencias delirantes iniciales.

Las experiencias delirantes pueden estar más o menos separadas o integradas en el sistema de la personalidad.

Ver también os análisis de Binswanger (analítica existencial) y de Wyrsch.

Ver también Conciencia de enfermedad -“insight” - en la psicosis. De Jaspers.

b) Estados de excitación maníaca.

Hipertimias y Estados de exaltación mental: La Manía.

Es fácil describir por un lado una manía franca, aguda (humor alegre, disfórico, fuga de ideas, juego, proyección en el ambiente, expansividad, etc.) y, por otra, subrayar los caracteres atípicos de los estados de excitación maniaca que indican una evolución esquizofrénica (elementos de discordancia, delirio incongruente con el humor, fenómenos catatónicos, frases abstractas, introversión, etc.). Pero no siempre se presta la clínica a esta esquematización.

Ver episodidos o "brotes" psicóticos agudos, con fenomenología expansiva, maniforme, que se confunden con fases de manía.

c) Estados depresivos.

La atipicidad de las crisis melancó­licas y melancoliformes es a menudo neta.

Pero se necesita ser muy prudente y experi­mentado para saber si tal estado de angustia con culpabilidad sexual, alucinacio­nes, ideas de suicidio, ambivalencia, etc., va a curar (crisis de franca melancolía) o evolucionar hasta la esquizofrenia.

Ver “psicosis afectivas”, y delirio incongruente con el ánimo melancólico.

Tristeza. Reacción depresiva y melancolía.

d) Estados confuso-oníricos.

A menudo y por definición, son excluidos de la evolución esquizofrénica, ya que se les considera como típicos de las reacciones exógenas o de las psicosis toxi-infecciosas, pero no por eso dejan de constituir también puertas de entrada a la esquizofrenia, bajo la forma de psicosis confusionales con onirismo y de estados crepusculares oniroides.

(ver Reacción exógena, “psicosis exógena” de Karl Bonhoeffer.)

3. Las formas de comienzo cíclicas.

Existe una tercera posibilidad: las formas de comienzo por asaltos progresivos.

Sobre un fondo de carácter esquizoide o esquizoneurótico (Claude), aparecen "brotes agudos" al co­mienzo de la evolución esquizofrénica (generalmente en los 2 o 3 primeros años).

Las formas más netamente impregnadas de potencial evolutivo esquizofrénico, pueden ser accesos catatónicos o delirantes repetidos, estados crepusculares histeri­formes, o esas crisis "esquizomaniacas" descritas por Claude, G. Robin y Borel (1925), en las que predominan el enojo, la ensoñación y el negativismo. A veces se ha observado que es después de la tercera crisis de este género cuando se instala la evolución crónica (Mauz). (ver “esquizofrenia por brotes”)

-“Idea delirante primaria” de K. Jaspers.

4. Formas monosintomáticas:

Cuando la esquizofrenia debuta a través del síntoma manifiesto, del “acting out”, o con conducta inesperada.

Las más dramáticas son las que están constituidas por los famosos "crímenes inmotivados" de los esquizofrénicos. (H. Ey dixit). Casos de parricidio, incendiarios, agresiones sin móvil o sentido aparente, automutilaciones, etc.

A un nivel menos trágico, otros comporta­mientos impulsivos, que caen más o menos dentro del terreno medicolegal, tienen el mismo valor clínico: bruscos desenfrenos sexuales, agresiones absurdas, fugas, enclaustración, tentativas de suicidio o de autocastración, fugas de domicilio, vagabundeo repentino, etc.

El carácter enigmático de estos actos impulsivos resulta lo suficientemente evidente para que, en la mayoría de los casos, se imponga el diagnóstico de esquizofrenia.

(pero exigirá una confirmación posterior, a través de un extenso examen fenomenológico del sujeto).

Formas mono-sintomáticas de la "Folie lucide": aquellos casos de pacientes no diagnosticados, que nos sorprenden con una conducta bizarra, anómala, impropia, y que puede adquirir gravedad extrema.

U. TRÉLAT, La folie lucide étudiée au point de vue de la famille et de la société, París, A. Delahaye, 1861 (ver: "la locura lúcida" , Edición Alienistas del Pisuerga)

- El polimorfismo de los modos de comienzo y la falta de especificidad neta en los cuadros clínicos crean una dificultad para el clínico, quien debe saber analizar bien los síntomas, seguir su evolución y diferir prudentemente su diagnóstico.

La esquizofrenia no está en el comienzo de la evolución sino al final (Henri Ey), ya que consiste esencialmente en la evolución hacia la desintegración de la personalidad, y escisión de la vida psíquica.

II- El síndrome fundamental del PERíODO DE ESTADO

Tras las peripecias, los pródromos, las lentas progresiones o los "estallidos", “brotes”, que acabamos de explicar, se instaura la esquizofrenia.

En la clínica se presenta con diversas formas y grados. Lo esencial del cuadro clínico debe ser descrito ahora como característico de la forma media llamada paranoide en su periodo de estado. Éste es, por otra parte, largo, y no conviene olvidar que las psicosis esquizo­frénicas, al igual que las Psicosis delirantes crónicas, evolucionan por lo general du­rante años; puede decirse que durante la mayor parte de la existencia.

Siguiendo el texto de E. Bleuler: “demencia precoz, o el grupo de las esquizofrenias”.

Elementos descriptivos de la esquizofrenia:

el SÍNDROME DE DISOCIACIÓN. El "modo" esquizofrénico de desestructuración de la conciencia y de la perso­na.

-La ambivalencia: la experiencia de un antagonismo simultáneo o sucesivo de dos sentimientos, de dos expresiones, de dos actos contradictorios: deseo-temor, amor-odio, afirmación-negación, etc.

Los dos términos opuestos son vividos conjuntamente y sentidos separadamente, en una especie de yuxtaposición y de mezcolanza inextricable .

- La extravagancia, cambios de conducta bizarros, conducta “sin motivo”,.. resulta de la distorsión de la vida psíquica, cuya pérdida de unidad, incomodidad malestar conducen a rodeos extraños o fantásticos que dan la impresión de una búsqueda barroca, de una serie de paradojas encadenadas caprichosamente.

-La impenetrabilidad, la falta de empatía, la inaccesibilidad al contenido ideico y su correlato afectivo caracteriza la incoherencia del mundo de relaciones del es­quizofrénico, su tonalidad enigmática, el hermetismo de sus intenciones, de su conducta o de sus proyectos.

-El desapego, el ostracismo, la introversión, evocan el retraimiento del enfermo hacia el interior de si mismo, la "vuelta" centrípeta de la conciencia y de la persona, la invasión de lo subjetivo y el abandono a la ensoñación interior. Más adelante veremos que no es sinónimo de "indiferencia afectiva".

Encontraremos estos caracteres generales a lo largo de toda la enfermedad y en todas sus variedades.

Componen dentro del cuadro clínico del esquizofrénico una especie de fondo característico. En ello se piensa cuando se habla sobre todo de DISCORDANCIA (Chaslin, 1912), es decir cuando se habla del carácter a la vez anárquico, incoherente y absurdo de los síntomas.

l. La disgregación de la vida psíquica.

El síndrome de disociación. Esta dis­gregación puede definirse como un desorden discordante de los fenómenos psíquicos, los cuales han perdido su cohesión interna. También se habla de dislocación, (Spal­tung, en alemán) escisión, alteración identidad.

a) Trastornos del curso del pensamiento y del campo de la conciencia.

La dis­cordancia acaso más sorprendente de la esquizofrenia es la que existe entre una inteli­gencia "potencial", que parece conservada, y el uso profundamente alterado de esta inteligencia: pérdida de cohesión, de armonía, de eficacia, "ataxia intrapsíquica" (Stransky, 1904).

Un pensamiento enmarañado y desorde­nado, tan pronto lentificado hasta llegar a la perseveración (estancamiento, rumiación mental de interminables series de palabras o de ideas, denominación automática de objetos), tan pronto precipitado y prolijo, o aun elíptico discontinuo, como a saltos. La producción idéica es caótica y mal dirigida.

El déficit asociativo: Las asociaciones se encadenan por contaminación, derivaciones, sustituciones, por asonancia, o de forma inexplicable. Así, terminando en propósitos absurdos, en evocaciones bruscas, en interferencias y en extravagancias, detrás de las cuales pueden percibirse, de vez en cuando, extrañas "iluminaciones", reviviscencias o in­venciones insólitas.

Un fenómeno notable, casi patognomónico, es la interceptación: el relato se detiene bruscamente; durante algunos segundos, y sin que el enfermo experimente molestia por ello, el pensamiento se eclipsa, queda como en suspenso; después la conversación se reanuda sobre el tema precedente o sobre otro surgido bruscamente. (fenómenos de iterferencia, de bloqueo del pensamiento, o imposición...).

Una forma atenuada de este mismo hecho viene constituida por el "fading mental" (debilitamiento, apagamiento). En el "fading mental" la conversación se lentifica como si el enfermo se desenten­diera de lo que dice (Guiraud, 1932).

Todos estos trastornos manifiestan una mala "gestaltización" o mala diferenciación de los elementos que, en el pensamiento normal, (se distinguen los detalles sobre el fondo), guiados por una intención y reunidos en una forma que se adapta a su contenido significativo.

El esquizofrénico nos indica, por la forma de su razonamien­to, la mala coherencia de su contenido psíquico: la estructura diferenciada e inten­cional del acto psíquico está dislocada.

¿cómo valorar la función cognitiva, intelectual y afectiva en la esquizofrenia?.

Ver neuropsicología de la esquizofrenia: psicometría de la inteligencia en psicóticos, y test proyectivos.

-Wechsler, en su obra sobre la medida de la inteligencia, hace algunas indicaciones sobre la disminución de la eficiencia perceptiva en el esquizofrénico. Ver grado de deterioro en el WAIS. ( Wechesler Adult Intelligence Scale) en psicóticos (índice verbal vs. manipulativo).

-El test de Rorschach en la esquizofrenia:

(según texto de H. Hey).

1º, el esquizofrénico alterna a menudo "formas" muy buenas con otras muy malas, poniendo así de mani­fiesto la conservación de su nivel intelectual y la dirección hacia asociaciones autísti­cas de sus percepciones; 2 º la forma tiende a desaparecer en provecho de una aprehensión vaga, simbólica y abstracta. 3.°, el detalle perceptivo puede servir para construir una impresión general, mal estructurada y fabulatoria; 4.°, ciertas respues­tas carecen incluso en absoluto de soporte formal (a menudo por el "fenómeno de contaminación");

5.° la introversión se descubre por respuestas de movimiento con referencias personales, fórmulas muy pobres, respuestas demasiado originales o de mala calidad; 6.°, la estereotipia puede manifestarse por la perseveración de un tema a través de todo el protocolo;

7.°, también pueden ser proporcionados por el esquizo­frénico, pero sin su acompañamiento afectivo ordinario, signos que se encuentran habitualmente en los neuróticos; de ahí el carácter insólito y extraño del protocolo.

Françoise Minkowska (1950) ha mostrado lo interesante que resulta este test para el análisis de la estructura esquizofrénica de las formas.

-Ver también T.A.T. y esquizofrenia. (TEST DE APERCEPCION TEMATICA) de MURRAY.

b) Trastornos del lenguaje.

Ciertamente no puede separarse el pensamiento de su expresión verbal, pero el estudio del lenguaje de los esquizofrénicos nos permitirá captar concretamente los procedimientos de la discordancia.

-La conversación.- Puede resultar imposible: mutismo, semimutismo (conversaciones aparte, en voz baja), o mutismo interrumpido por impulsiones verbales (injurias blasfemias y obscenidades), o incluso respuestas laterales, absurdas, desconcertantes, sin relación con la pregunta.

La conversación es singular por el hecho de que no está destinada a establecer un contacto entre el enfermo y su interlocutor: es un monólogo, a veces rápido, entretenido, pero a menudo abstracto, inadecuado a la situación; en efecto, el enfermo no tiene en cuenta la situación; prosigue en voz alta una "ensoñación verbal", sin finalidad, sin contacto afectivo o empático, sin intervención consciente.

Las preguntas o las respuestas que se le hacen sirven como máximo de pretexto; jamás son verdaderos elementos de un intercambio.

-La fonética. - También presenta la misma falta de intencionalidad unificadora del razonamiento. Entonación, ritmo y articulación están desintegrados; lo mismo ocurre a veces con la estructura de las palabras (condensación de silabas, mutilación, deformación del vocabulario) cuya unidad está rota.

-Las alteraciones de la semántica. - El sentido (lo significado) del material verbal (lo significante) está desviado de su acuerdo con el lenguaje común.

El esquizofrénico tiende a cambiar el sentido de las palabras, bien sea fabricando verdaderos neologis­mos, bien sea empleando en un sentido nuevo palabras ya existentes.

Los neologismos genuinos son raros (palabras rituales cargadas de significación delirante), pero la in­coherencia sintáctica es frecuente y consigue transformar el lenguaje en una "ensala­da" de palabras, en un galimatías (esquizofasia), en una especie de lenguaje hermético que se encuentra sobre todo en las fases preterminales de la disgregación (Teulié, 1927; Delmont, 1935; Racamier, 1955, etc.).

-La escritura, los dibujos y las diversas producciones gráficas muestran altera­ciones del mismo sentido y del mismo valor que las del lenguaje oral: escritura de­formada en su grafismo y en sus significaciones, raras ornamentaciones, imágenes fantásticas, cuadros y poemas extraños, simbólicos, abstractos. Todas estas produc­ciones señalan la vuelta del enfermo a un subjetivismo total que a veces puede tener un cierto valor estético e incluso inscribirse en el estilo de la poesía fantástica.

(La colección Prinzhorn: “arte y locura”).

( Fundación NAEMI. National Art Exhibitions by the Mentally Ill. )

- El lenguaje está desviado de su función primordial.

Se convierte en un simbolismo personal, reducido o proliferante; emana­ción de un mundo de imágenes que el enfermo parafrasea sin expresarlo, como nos ocurre a todos en la experiencia del sueño. Con la diferencia de que aquí el lenguaje metafórico es el de un ser que no duerme o que tan sólo está adormecido, pero que se desvía del mundo de la realidad para volverse hacia un mundo imaginario (Rosola­to, 1956).

c) Alteraciones del sistema lógico.

Se ha estudiado mucho la inteligencia del esquizo­frénico a fin de distinguir los déficit esquizofrénicos de las demencias, trasfondo del problema de las relaciones entre la Demencia precoz de Kraepelin y la Esquizofrenia de Bleuler.

Es un hecho cierto que los trastornos del esquizofrénico típico no son idén­ticos a los del debilitamiento global y basal, progresivamente demencial. La mayoría de los estudios realizados llevan a la noción de un trastorno más sutil y más eleva­do de los valores lógicos: se trata del dominio más elevado de las relaciones intraper­sonales e interpersonales.

En efecto el pensamiento arcaico o "irreal" (Bleuler) cons­tituye no un pensamiento demencial, sino un pensamiento regresivo, gobernado por las exigencias afectivas y por la necesidad de modificar el sistema de la realidad, de escapar a las leyes de las categorías lógicas del entendimiento (causalidad, identidad, contradicciones).

Arcaico: el pensamiento del esquizofrénico es un pensamiento mágico que adopta el animismo del primitivo, su impermeabilidad a la experiencia, su adhesión a los valores metafóricos y a los arquetipos simbólicos.

Irreal: es un pen­samiento "paralógico", a la vez simbólico y sincrético (un triángulo es identificado como una hostia "a causa" de la Trinidad).

Las abstracciones de este pensamiento, tan frecuentes como hemos podido ver, son refugios, retiradas sistemáticas sin base objetiva: son "abstracciones formales" (Ba­rison, 1952).

En efecto, esta conducta lleva a la búsqueda indefinida de abstracciones vacías.

Un intento de demostración rigurosa puede apropiarse de un falso argumento científico o filosófico para hilvanar una tesis absurda o un proyecto insignificante.

(ver “construcción del delirio en la esquizofrenia”).

d) La desorganización de la vida afectiva.

Kraepelin describía ya la en­fermedad como una "demencia afectiva". La afectividad constituye la capa más profunda y como el motor de los demás trastornos. Hemos visto al neu­rótico luchar contra sus pulsiones instintivo-afectivas por medios de defensa que no dejaban pasar más que una parte de ellas a la vida consciente.

El esquizofrénico, vive una tentativa diferentemente radical: la de la exclusión sistemática de la vida afectiva.

En ocasiones partimos de un delirio pasional (celotípico, erotomaníaco), que se desfigura hacia una esquizofrenia paranoide.

Él, ella, se quiere y se siente insensible, indiferente y frío. Ejerce, en relación a su capacidad de sentir y de emocionarse, una formidable represión; pero, como el éxito de una tal empresa significaría la muerte, como es imposible vivir sin percibir los hechos básicos de la vida que son instintivos, esta resistencia no puede más que fraca­sar, de ahí las paradojas de la vida afectivadel esquizofrénico, sus manifestaciones discordantes (enfrentamiento de las tendencias contradictorias), o sus bruscos cam­bios de comportamiento (son las impulsiones, violencias surgidas de las fuerzas instin­tivas a través de las brechas de la resistencia mórbida).

Perturbaciones del mundo afectivo del esquizofrénico que van desde las manifestaciones instintivas desencadenadas a las emociones más paradóji­cas, a través de la desorganización de todas las relaciones sociales.

Las relaciones afectivas están completamente invertidas. Incluso si ciertas apa­riencias de conductas sociales permanecen aceptables, el análisis de su contenido las muestra profundamente alteradas. La esquizofrenia pone de manifiesto aquí uno de sus aspectos fundamentales: la comunicación con los demás, cuando no está cortada, está radicalmente falsificada.

-En el terreno familiar los trastornos son más aparentes.

Los padres son, a la vez o sucesivamente, indispensables u odiados.

El enfermo no puede separarse de su madre, pero no le dirige más que palabras de odio; ella es perseguida como objeto erótico y prohibida como objeto incestuoso; puede ser acusada de envenenadora; y objeto de unos celos feroces.

El padre entra en la misma ambivalencia, detestado y respetado; es temido como un juez y adorado como una madre. Sin contar con el delirio de falsa identificación o “Capgras”.

Los hermanos son objetos de las mismas exigencias pulsionales, y su existencia puede ser negada o sobrevalorada, según las oscilaciones de los sentimientos apasionados y contradictorios.

De ahí las extrañas fijaciones y repulsiones, las amistades tiránicas y las enemistades absolutas, los bruscos cambios de sentimientos, las ilusiones y desilusiones, los agradecimientos y las ingratitudes, las cóleras, las pasiones, los accesos de frialdad y de odio.

Tales son los enigmas de esta ambivalencia afectiva.

Las manifestaciones emocionales que expresan estos caos son desconcertantes y,

como se dice, "inmotivadas", ya que surgen de una capa afectiva impenetrable y secreta.

La motivación que nosotros asignamos a una sonrisa o a una crisis de llanto, tiende a ser reconocida por el prójimo, pero en el esquizofrénico esta motivación es estrictamente interna, de manera que su sonrisa o sus lágrimas escapan a nuestro en tendimiento, a todo intercambio humano.

A veces, sin embargo, esta motivación nos es contada por el enfermo en un intervalo libre o en un contacto terapéutico. Se des­cubren entonces el "contenido latente", la "simbolización" de las situaciones, la carga fantasmagórica de los comportamientos, el sueño infiltrado en la vida (el negro es el diablo; el rojo es el fuego; la sangre es el amor; el niño es el pecado; etc.).

¿Cómo pueden esperarse manifestaciones emocionales adaptadas a una situación, si esta si tuación no es vivida sino perpetuamente transportada a lo imaginario?

Tal mujer joven permanece indiferente ante su hijo que la llama y está interiormente devorada por la inquietud de perderlo. Tal otra manifiesta un miedo intenso ante el café o las patatas, mientras que una tercera estalla de risa ante el anuncio de la muerte de su madre.

Las famosas "risas locas" de los esquizofrénicos constituyen una de las mani festaciones de esta "mecanización subjetiva" (Hesnard) de las relaciones intraperso nales e interpersonales a las que el "genio" de la enfermedad quita todo su valor significativo.

Detrás de estas perturbaciones de las relaciones o de las emociones, se descubre

la primitiva exigencia del mundo de la instintivo, ya revelado en los conflictos de las pulsiones desordenadas y de las prohibiciones mágicas.

-Las conductas alimentarías pueden regresar hasta el nivel de la succión: pulgar, tetina, biberón; a menudo comportan fases de rechazo de alimentos y de bulimia extraordinarias. Ver también “negativa a ingesta”, “comer en solitario”, (rechazo a compartir mesa), y conductas de ayuno, “sitiofobia” paranoide.

-Las conductas excrementicias pueden estar gravemente perturbadas, hasta la manipu lación de excrementos. El enfermo "embadurna" su cuerpo o las paredes de su habi tación: a veces es coprofagía o pica. (ver alucinaciones cenestésicas y de la corporalidad). Según H. Ey, “Sólo la regresión esquizofrénica alcanza el mismo nivel primitivo de las realizaciones instintivas narcisistas del lactante”

-Es sobre todo en el terreno sexual donde van a manifestarse las escenificaciones fantasmagóricas más características de una sexualidad impotente para fijarse en un objeto que no sea imaginario.

Se ha insistido mucho sobre la posición narcisista del esquizofrénico (Freud) y el repliegue del ser sobre sí mismo en sus comportamientos autoeróticos: contemplación (signo del espejo) y caricias a su cuerpo, masturbaciones desenfrenadas.

Estos gestos deben aproximarse aunque en una posición antitética, a los ataques contra el cuerpo, las mutilaciones, las tentativas de castración.

Un enfermo no puede tolerar la inyección dada por la enfermera, por ejemplo, pero debe ser estrechamente vigilado para que no se queme con los ciga rrillos en cien sitios. Tal otro se pega, se tira de cabeza contra las paredes; uno quiere arrancarse los ojos y para evitarlo se cree obligado a beber su orina.

En el nivel geni tal, toda la trama de conflictos edípicos podrá ser vivida sin rodeos: búsqueda sexual del padre o de la madre; odio feroz que puede llegar hasta el crimen contra el rival edípico, fijación erótica instantánea sobre sustitutos de la imagen paterna (médico) o materna (enfermera); agresiones sexuales, exhibición, prostitución.

Estas fantasías, más o menos extrañas o espantosas, van siempre marcadas por un carácter discordante por su gratuidad, su frialdad, que contrastan con la brutalidad y el impudor de la pulsión instintiva. La frecuencia de una homosexualidad semilatente, semiexpresada, aparece como el efecto de un conflicto edípico insoluble. Puede ir hasta el deseo de transformación de sexo, hasta la afirmación del hermafroditismo.

A la inversa de todas estas pulsiones, la genitalidad puede estar negada enteramente, como si fuera inexistente.

++ La finalidad de las conductas o manifestaciones afectivas descritas, parece ser, repitámoslo, la de negar la afectividad, la de destruir su significación.

-De ahí, el desinterés, la apariencia desvitalizada de todas las conductas que tiñen, con una especie de inercia más aparente que real, la afectividad del esquizofrénico ("atimormia" de Giraud).

-De ahí también los numerosos rasgos de carácter agrupados por los autores bajo el nombre de negativismo (oposición, rigi dez, ironía, enfurruñamiento, desdén ... ).

++ Todos estos rasgos expresan el "retiro interior" de los esquizofrénicos, la discordancia entre el sujeto y el mundo exterior, la"pérdida del contacto vital con la realidad" (Minkowski, 1927), es decir la interrup ción del perpetuo intercambio entre el mundo y el sujeto, o incluso la relación subjeti va y hermética del sujeto a su Mundo, que ya no es, que no debe ser ya el mundo de la realidad.

http://www.scribd.com/doc/28882722/Bercherie-Paul-Los-Fundamentos-de-La-Clinica

e) La discordancia psicomotriz y anomalía conductual.

-La ambivalencia provoca en los actos una especie de oscilación perpetua de la iniciativa motriz entre la ejecución y la suspensión del movimiento.

-En la mímica, conduce a una serie de expresiones paradójicas: los músculos de la cara se contraen sin las sinergias habituales(paramimias) y sin coordinación entre la expresión que dibujan y la emoción (sonrisas discordantes).

-Los gestos están lentificados, sólo esbo zados o mecánicos, como los de una marioneta. Tan pronto dan la impresión de torpeza y de defectuoso desenvolvimiento, como de afectación, y de barroquismo (manierismos).

-Las conductas complejas también son, por sus caprichos y sus paradojas, el resultado de tendencias contradictorias: una oposición frenética cede de pronto

ante una orden irrisoria.

-Los actos imperiosos o ridículos, agresivos o lúdicos, siempre simbólicos, pueden llegar hasta la artificialidad sistemática, el patetismo, la teatralidad irónica (el escarnio) o patética (el melodrama).

-Es preciso individualizar ciertas impulsiones: impulsiones al asesinato, cometido ya en un raptus imprevisible, ya en una atmósfera delirante oscura o indiscernible (crímenes inmotivados).

-“Las crisis clásticas” del esquizofrénico, como los actos regresivos de que hemos hablado, las automutilaciones o los extraños suicidios, traducen la búsqueda de las satisfacciones instintivas más arcaicas, en las cuales el placer está ligado a la destrucción del objeto (estadios oral y anal del desarrollo).

-Las conductas negativistas que constituyen los síntomas mas habituales del comportamiento catatónico.

-Los pequeños signos de negativismo : el rechazo de la mano que se le tiende, la rigidez ante el acercamiento de los demás, el rechazo de la mirada, manifiestan la oposición a todo contacto.

-Un paso más y tenemos los accesos de mutismo, las fugas el enclaustramiento.

-Aún más allá, el rechazo de alimentos, la inhibición catatónica, o crísis agitada.

-Las estereotipias: las conductas repetitivas de actitudes, de gestos o de palabras que pueden expresar un fragmento de delirio o constituir una especie de vacía ritualización, de gesticulación automática y vagamente simbólica.

Pero, bajo todos estos comportamientos paroxisticos, existe un comportamiento de fondo: la inercia, la pérdida de la iniciativa motriz, la pobreza del movimiento, la rigidez. (la catalepsia).

Estos trastornos catatónicos ocasionan una cierta momificación de la existencia.

2.° El delirio paranoide. El autismo.

Los síntomas "primarios" (Bleuler) que alteran la unidad y la coherencia de la conciencia y de la persona esquizofrénica.

La de la experiencia vivida por el enfermo que es a la vez la de un malestar, de un sentimiento de vacío y de incapacidad que él atribuye a las formas mágicas de su mundo autístico.

-Nos resulta posible captar la existencia esquizofrénica en su estructura positiva, que es esencialmente la de una existencia delirante, donde se mezclan inexplicablemente todas las variedades, todos los fenómenos del "delirio", en todos los sentidos de la palabra.

“La esquizofrenia es una forma de existencia delirante que comporta experiencias delirantes primarias y una

elaboración autística o secundaria del Delirio en la constitución del mundo (H. Hey dixit)

a) La vivencia delirante.

-“Idea delirante primaria” de K. Jaspers.

-Vivencia de extrañeza. El enfermo está sumido en un desquiciamiento psíquico, sea continuo, sea intermitente; bien progresivo o regresivo; ora vivido de pronto, o bien sucediendo a un brote agudo.

La "experiencia delirante primaria", (que Moreau de Tours había llamado "estado delirante primordial" y que los alemanes llaman aún "Wahnstimmung"):

-un profundo cambio de la experiencia sensible, que ya no le permite enlazar con los anteriores sistemas de referencias.

-Esta "extrañeza" de la existencia está ligada a la disociación.

-Experiencia angustiante como el presentimiento de una catástrofe inminente.

-Más raramente es exaltante como un don mágico, una ca pacidad maravillosa de clarividencia y de potencia.

-Es caótica, compuesta de ilusiones (alteraciones perceptivas), de interpretaciones ("me miran"), de intuiciones ("me adivinan", "roban mi pensamiento"), de alucinaciones ("me insultan. Oigo voces que repiten mi pensamiento").

-El mundo interior está perturbado; las sensaciones cenestésicas alteradas son vividas como dolores, transformaciones corporales, anomalías de la percepción y toda una serie de modifi caciones de la experiencia del cuerpo.

-Las alteraciones de la experiencia corporal son parcialmente proyectadas en el mundo exterior: el sentimiento de un ambiente nuevo, de cambios "ocurridos" en el interlo cutor o en ciertos seres escogidos, o en ciertos objetos.

-Este sentimiento de extrañeza se debe al carácter inefable de la experiencia, intensamente sentida como un desquiciamiento y a la vez muy difícilmente expresable y aún menos formulable.

-La experiencia es y permanece oscura. Se trata de "algo" misterioso o terrible.

-(Binswanger, a propósito de los famosos "Daseinanalyse" de esquizofrénicos (casos Ellen West y Suzan Urban) ha profundizado con­siderablemente en este terror delirante).

-El sujeto no puede encontrar las palabras para analizarlo. Está "preso", con una conciencia parcial de la anormalidad de lo que experimenta.

-A veces se defiende no hablando de ello o negando la angustia que experimenta.

-Frecuentes las alusiones que una palabra o una actitud dejan percibir: "las paredes hablan"; "he aquí la hora bendita".

-A veces es un neologismo, o bien una actitud discordante (sonrisa) o incluso una interceptación, lo que traduce el aflora miento de la experiencia delirante.

“vd. ya lo sabe, porqué me lo pregunta”. “porqué se ríen de mí”

-Vivencia de despersonalización.

-la "extrañeza" más o menos insólita o terrorífica se vive en la esfera del cuerpo o del pensamiento.

- los enfermos se lamentan de ser transformados, metamorfoseados.

El proceso esquizofrénico marca con su sello especial este nivel del delirio

(ya que la despersonalización se encuentra también fuera de la esquizofrenia, por ejemplo en la histeria, en ciertas intoxicaciones, en ciertas psicosis agudas, etc.).

-Le confiere un acento fantástico o barroco, expresándose a través de un lenguaje a menudo ambiguo, abstracto, extraño y contradictorio: "mi alma es una hoja", "me siento respirar en el más-allá", "me han cortado los cabellos hasta el lenguaje".

-Expresiones fulgurantes de la experien cia de partición que representa el estadio más arcaico de la experiencia del cuerpo (M. Klein).

“estoy partido en dos, escindido”, “no soy yo, me veo reflejado en el exterior”. “no me reconozco en el espejo” .

-Vivencias de influencia.

-La experiencia de influencia: el paciente está sometido a una serie de comunicaciones, de manipulaciones o de guía a distancia del pensamiento.

(ver “alucinaciones y Síndrome de Kandinski)

-Se le adivina, se le sustrae su pensamiento, se le impone. Fluidos, ondas, radares, lo captan y lo constriñen. “un peso, una presión sobre la cabeza”...

-Dicha experiencia está generalmente asociada a un contexto más o menos rico de alucinaciones acusticoverbales, sensitivas, psicomotoras.

-Cuando pasa cerca de tal persona o de tal objeto, percibe el fluido u oye pronunciar palabras.

-El pensamiento es repetido (o la lectura, o la escritura: eco del pensamiento).

-Los gestos son comentados, enunciados por una voz interior (comentarios de los actos).

-Palabras forzadas y alucinaciones cenestésicas completan este cuadro clásico del automatimo mental (de Clérambault) que está marcado, en la experiencia esqui-zofrénica, por cualidades propias (abstracciones, metáforas, neologismos, trastornos discordantes del pensamiento).

b) La elaboración delirante secundaria. El delirio autístico.

Trastornos delirantes crónicos.

a. La paranoia de Kraepelin.

b. Tipos de delirios crónicos. Según escuela francesa de H. Ey.

-Los temas habituales son como relatos o elaboraciones de experiencias de despersonalización y de influencia.

-Al sentimiento de disgregación corporal corresponden los temas hipocondríacos, los delirios de metamorfosis, de negación de órganos, de posesión diabólica o zoopática.

-Al sentimiento de captación del pensamiento corresponden los temas de espiritismo, de sugestión, de sustitución, de erotización del pensamiento, los delirios "magnéticos", y lo temas "científicos" (máquinas eléctricas, radares, y el día de mañana los delirios "atómicos").

-A los sentimientos de influencia también pueden unirse los temas tan frecuentes de persecución, de conspiración, de acosamiento, “acoso”.

-Los temas megalomaniacos son menos frecuentes, sobre todo en las fases elaboración iniciales de la psicosis. Se observan bajo la forma de delirios de filiación, de delirios místicos, de riqueza, grandeza,..etc., de base alucinatoria. (con la ausencia del delirio paranoide estructurado).

El delirio, en su forma esquizofrénica sobrepasa el de las experiencias delirantes: las prolonga y las organiza en un mundo autístico.

-No en su sistema razonador, como en las psicosis delirantes sistematizadas (paranoia, delirios de interpretación,..)

-tampoco en una mitología fantástica que se sobrepone a la realidad (parafrenias).

-sino en un mundo cerrado a toda comunicación, en un mundo interior herméticamente oculto y “laberíntico”.

-A medida que la psicosis se confirma y evoluciona, la constitución de este Mundo delirante o Mundo propio (Eigenwelt), representa, según la expresión de Wyrsch, el núcleo mismo de la existencia esquizofrénica.

Características del delirio esquizofrénico:

-Se expresa por un lenguaje abstracto y simbólico.

-Imposible de penetrar y de reconstituir por el observador quien debe de contentarse por lo general en reparar en la incoherencia.

-modos de pensamiento o de conocimiento mágicos

-está constituido por creencias e ideas que forman una concepción hermética del mundo. (imposible definirlo mejor). ¡ardua labor para el psicopatólogo¡.

-carácter caótico, fragmentario y deshilvanado:

"es un Delirio sin progreso discursivo, un Delirio que no adelanta, que permanece cristalizado y estereotipado en sus fragmentos dispersos, a pesar de sus complicaciones laberínticas" (H. Ey, dixit).

-la evolución se hace en dirección de un progresivo empobrecimiento de las formulaciones.

-El enfermo se cierra poco a poco en un pensamiento "soñado” del que, finalmente, después de años de evolución, tan sólo emergen fórmulas ya hechas, herméticas, abstractas, lejanas e incomprensibles.

-La incoherencia ideoverbal Terminal corresponde a la consumación de la disgregación psíquica.

-A la discordancia completa corresponde un Delirio incomunicable:

¡Será labor del psicopatólogo acompañar al psicótico en su vivencia delirante ¡

e) El autismo y la persona del esquizofrénico.

-“el Yo alienado en una existencia esqui zofrénica” .

-“la constitución de un mundo propio (Eigenwelt de Wyrsch) que tiende a encerrarse sobre si mismo”.

-como un síntoma fundamental o como una actitud particular del esquizofrénico (introversión, pérdida del contacto con la realidad, oposición al mundo exterior).

- las estructuras negativa y positiva de la esquizofrenia van a cons truir este "mundo propio", impenetrable, verdaderamente alienado.

* Los elementos negativos conducen a la pérdida de unidad y de coherencia de la conciencia y de la persona del enfermo.

-Éste, a medida que acentúa progresivamente el desacuerdo fundamental consigo mismo y con los demás, que constituye la disociación, pierde el contacto con lo real y con sus coordenadas espaciales y temporales.

-Ya le hemos visto sentirse dividido y fragmentado en tanto que persona corporal.

-No lo está menos en tanto que persona continua.

-Esta pérdida de la continuidad psíquica disloca el profundo sentimiento de unidad que une la persona a su propia historia.

-fragmenta do, no encontrando más que facetas de sí mismo, el esquizofrénico se adhiere a peda zos de realidad o de sueño, de imágenes, de recuerdos o de ideas, sin poder componer o mantener la unidad de su persona.

* Los elementos positivos consisten en la liberación y en la reestructuración de los sistemas pulsionales primitivos.

-El subconsciente "emerge" de las profundidades hasta la superficie del ser.

-Mientras nosotros "contenemos normalmente" nuestras pulsiones instintivas (en los dos sentidos de la palabra contener: incluir y controlar), el esquizofrénico, literalmente, "no se contiene más".

Esta total liberación de las pulsiones implica un enviciamiento de las relaciones con los demás, una aniquilación del mundo de los objetos.

-Lla catástrofe esquizofrénica anula las relaciones sociales, destruye toda coexistencia, despoja los “objetos" de su carga afectiva .

-Este reflujo de la libido hacia fuentes preobjetales expresa la inmensa apetencia de regresión que conduce al enfermo a satisfacerse en los fantasmas narcisistas, fin último de su comportamiento autístico y fin del mundo real.

-el Delirio alucinatorio noético-afectivo (voz, división del cuerpo) lo que constituye el núcleo de la Esquizofrenia

-El proceso esquizofrénico deforma e invierte todo el sistema de la realidad personal alterando los lazos (creencias, lenguaje, etc.) que normalmente unen el Yo al mundo de la realidad y a la coexistencia social.

-La mo numental obra de L. Binswanger ha enriquecido la clínica de la Esquizofrenia con sus profundos análisis existenciales (caso Ilse, Ellen West, Jiing Ziind, Suzan Urban). Ver la “analítica existencial” de Binswanger

III. - FORMAS TERMINALES DE LA ESQUlZOFRENIA

Cuando la enfermedad no se estabiliza en el periodo de comienzo (lo que ocurre a menudo con el estado actual de la terapéutica) o incluso en el periodo de estado (curación o fijación con un déficit característico pero poco acusado) la evolución tiende a seguir hasta ese nivel de disgregación profunda.

(ver Escuela de Kleist y obra de Leonhard: “Classification of Endogenous Psychoses and their Differentiated Etiology. Editada por Springer-Medicine)

-Leonhard (1936), según la nosografía muy diferenciada de Kleist distingue:

a) Entre las formas terminales del grupo hebefrénico: 1. la forma de necedad juvenil (läppische Hebephre nie), 2. la forma depresiva con extravagancia, y 3. la forma apática, la forma autística.

b) entre las formas terminales del grupo de los catatónicos: 1. la forma amanerada. 2. la forma paracinética. 3. la forma negativista. 4. la forma de sugestibilidad (procinesia). 5, la forma hipofémica (mutismo) y 6. la forma parafémica.

c) entre las formas de incoherencia ideoverbal: 1. la forma paralógica. 2. la forma de incoherencia y 3. la esquizofasia.

d) entre las formas terminales la forma confabulante progresiva (análoga a los delirios de imaginación sistematizados).

e) la forma de somatopsicosis (hioocondria).

f) la forma de alucinosis progresiva (la psicosis aluci natoria crónica de la psiquiatría francesa).

g) y finalmente, la forma expansiva, que habrá que diferenciar de las “parafrenias de Kraepelin”

-H. Ey diferencia tres tipos de "Déficit esquizo frénicos terminales".

1) Un grupo en los que domina la inercia y la regresión casi total de la vida psíquica, con vida vegetativa y comportamiento automático y estereo tipado de tipo catatónico (estereotipias, amaneramientos, etc.).

2) En un segundo grupo, el cuadro clínico se caracteriza, sobre todo, por la incoherencia ideoverbal. Cuando el lenguaje es completamente incoherente y el sistema de comunicaciones verbales está remplazado por un lenguaje completa mente autístico: se habla de esquizofasia.

3) En un tercer grupo de casos, es el Delirio, con sus expresiones y sus comporta mientos extraños, lo que prevalece. Pero en las formas más degradadas se trata de una especie de fabulación estereotipada en la que la actividad alucinatoria está rem plazada por una especie de soliloquio.

¿Es la esquizofrenia una enfermedad deficitaria hasta la “demencia?.

Esta noción de estado terminal y su carácter "deficitario" ha sido puesto en duda de nuevo por Manfred Bleuler ( 1972). (hijo de E. Bleuler).

¿La esquizofrenia de buen pronóstico?. ¿esquizofrenia sin deterioro psicótico?.

¡¡ Es innegable que la evolución de la esquizofrenia es reversible mucho más a menudo de lo que se afirmaba hace cincuenta años¡¡.

Las propias estadísticas de M. Bleuler señalan un 15% de formas graves, un 17% de formas medianas y un 38% de formas leves en las que, sin embargo, persiste un delirio alucinatorio autístico.

l.-FORMAS GRAVES de la esquizofrenia.

(siguiendo el texto de Henri Hey, P. Bernard-Ch. Brisset).

1º. La Hebefrenia.

Es la "demencia precoz de los jóvenes", primera forma descri ta por Morel (1860). Predominancia del síndrome negativo de discordancia/disociación y la rapidez de su evolución. Esta forma es tanto más frecuente cuan to más jóvenes son los sujetos, conforme a la "ley de la edad y de la masividad" de Clérambault.

-El comienzo es generalmente insidioso y progresivo, sobre todo en el adolescente (dificultades escolares, pérdida del rendimiento, alegación de una fatiga creciente acompañada de quejas hipocondríacas).

-Las formas de comienzo seudoneurótico son bastante frecuentes, pero rápidamente (en algunos meses o en un año) se instalan manifiestos elementos disociativos de la personalidad.

-El enfermo vive en una especie de estado de enso ñación. Incapaz de concentrarse incluso en la lectura, se lanza a sistemas ideológicos o seudocientificos, se ocupa de inventos irrisorios, de proyectos de reforma gran diosos e inconsistentes, etc.

-pueden describirse tres tipos clínicos.

-1-La forma más frecuente es la de una apatía progresiva con indiferencia.

-2- La hebefrenia caracterizada por un comportamiento pueril y capri choso, sobre un fondo de indolencia e inconsistencia en relación a todos los valores.

- 3- una regresión masiva hacia un estado de decadencia demencial rápida, lo que precisamente ha hecho dar el nombre de "demencia precoz" a la afección.

Descartar autismo de Kanner y enfermedad de Asperger.

Encefalopatías metabólicas, genéticas, epilepsias malignas, etc..

2º. La esquizofrenia Hebefrenocatatonica: Hebefrenocatatonia:

Es la forma descrita por Kahlbaum en 1874, predominancia de los trastornos psicomotores. Forma es infrecuente desde la aparición de los neurolépticos.

La catatonía es un síndrome psicomotor caracterizado por:

-la pérdida de la íniciativa motriz, un cierto grado de tensión muscular o de catalepsia, fenómenos paracinéticos (amaneramiento, patetismo, estereotipias, impulsiones) y trastornos mentales con fondo de estupor Y de negativismo.

-Es una forma de reacción del sistema nervioso ante agresiones muy variadas: infecciones, intoxicaciones, lesiones vasculares, tumores (Baruk).

-Por consecuencia, puede encontrarse fuera de la esquizofrenia.

Catatonía y Los trastornos del comportamiento general.

La catatonía es esencialmente un estado de estupor que puede ir del simple entorpecimiento, embotamiento, hasta un grado de "bloqueo" que sólo permite ciertos movimientos o ciertas explosiones verbales.

-El negativismo se expresa por conductas de rechazo (mutismo, oposición, bloqueo, rechazo de alimentos: sitiofobia).

-La sugestibilidad: conductas de pasividad y de obediencia automática (ecomimia, ecopraxia, ecolalia, circum-inspección con denominación de objetos).

-El manerismo es llevado al máximo de intensidad (muecas, mohínes, exolosiones de risa, tics, gestos ceremoniosos o patéticos).

-Las estereotipias, consisten en conductas de iteración (movimientos rítmicos, repetición de gestos o de palabras) o en fijaciones de actitudes.

-Las impulsiones, son descargas motrices repentinas, enigmáticas, absurdas. Lo más a menudo se trata de descargas agresivas (verbales, con gesto) que van desde la letanía obscena hasta la cólera brusca y a veces criminal.

-La Catalepsia: Signo fundamental, caracterizado por la plasticidad, la rigidez y la fijación de las actitudes.

-Cada postura impri mida tiende a mantenerse: la mano sigue apretando, el brazo permanece tendido indefini damente. A veces la cabeza permanece inmóvil sin descansar en la almohada (almohada psíquica). Existe un cierto grado de rigidez de las masas musculares a veces una verdadera contractura que, con razón o sin ella, se ha relacionado a veces con las contracturas extra­piramidales (Guiraud).

Trastornos neurológicos y somáticos.

-Los "trastornos vegetativos", los síntomas conse cutivos a una disregulación de los centros hipotalamo-diencefálicos hallan aquí su más alta expresión.

-El ritmo y la profundidad del sueño están alterados de tal manera, que se diría que el enfermo se encuentra perpetuamente a mitad de camino entre la vigilia y el sueño.

-Las hipercinesias y las acinesias, han sido objeto repetidamente de discusiones acerca de su parentesco con los trastornos extrapiramidales.

-La hipersalivación, la hipersudoración, los edemas, los trastornos vasomotores testimonian la impor tancia de las alteraciones de los centros vegetativos. ...

(ver complicaciones médicas de la catatonía: hipertermia, íleo, retención urinaria, fallo renal, convulsión, etc..)

Estado psíquico en la catatonía.

-Los movimientos extraños, incesantes, rítmicos, parecen vacíos de sentido como ciertas estereotipias, impulsiones, risas locas, etc.; traducen la discordancia y el delirio autístico.

-Los trastornos del lenguaje combinan los rasgos conocidos del lenguaje discordante con las tendencias hipercinéticas y las estereotipias de los gestos, de ahí las verbigeraciones, mezcla de palabras y el lenguaje incoherente.

-El delirio catatónico (vecino del delirio onírico, según Baruk) implica, en efecto, una intensa actividad alucinatoria, experiencias terroríficas de fragmentación y despedazamiento o bien ideas fantásticas, que podemos conocer por los relatos de catatónicos en remisión.

Formas clínicas de catatonia:

-El estupor catatónico. Es un estado de inercia, de inmovilidad, en el que predominan los signos negativistas. Sobre este fondo de inercia, sobrevienen bruscos brotes de agitación y de impulsividad. Estos estados duran a menudo semanas, y a veces meses.

-La agiitación catatónica. Se caracteriza por una violencia extrema. Aquí, la ensalada de palabras, las violencias verbales y de gesticulación y las expresiones teatrales, se dan en grado máximo.

-El catatonismo. Una forma menor o catato nismo, que forma parte de la sintomatología esquizofrénica típica, en tanto que traducción psicomotriz de la discordancia (rechazo de la mano que se le tiende, muecas, sonrisas inmoti vadas, tendencia a la perseveración de las actitudes, negativismo, amaneramiento, etc.).

-Catatonía periódica. Por último, existe una forma periódica de la enfermedad, en la que a intervalos periódicos se reproducen episodios catatónícos separados por remisiones.

Esta forma ha sido objeto de discusiones y también de minuciosas investigaciones destinadas a apreciar las correlaciones biológicas de la enfermedad. En particular, Gjessing (1946) ha mos trado las variaciones del balance nitrogenado y ha obtenido resultados terapéuticos con la tiroxina. (ver estudios recientes)

-La forma hebefrenocatatónica es una esquizofrenia grave.

Las remisiones son más raras que en la forma paranoide, pero, como acabamos de ver, la enfermedad tiene a veces una evolución clínica favorable. Espontáneamente la evolución se hace de manera progresiva hacia la demencia, generalmente en 3 o 4 años. Esta forma clínica de la esquizofrenia se ha hecho muy rara gracias a las terapéuticas actuales.

Formas menores de la esquizofrenia:

El problema de estas “formas menores” es el de los limites de la esquizofrenia.

l. La esquizofrenia simple.

-Corresponde a una evolución que progresa muy lentamente.

-El paso del carácter esquizoide a una “esclerosis” de la vida afectiva y social, de “desecación” (Entleerung), se realiza insensiblemente. La evolución por lo general se hace en diez, quince años o más y termina en una forma de déficit simple.

-En los antecedentes del sujeto se encuentran los rasgos de carácter esquizoide (el aislamiento, la introversión, la rareza, la rigidez, etc.).

-Los que le rodean a menudo están alerta, bien porque el paciente se queja de trastornos somáticos vagos y múlti ples, bien porque cae en una apatía o en una inercia invencibles.

-Esta "fatiga" o esta "depresión" cubren una serie de posiciones psicóticas ya antiguas: desinterés hacia las actividades realizadas automáticamente, apragmatismo sexual, conducta afectiva paradójica (frialdad, brutalidad con sus allegados, por ejemplo).

-Con frecuencia, el aislamiento social es "justificado" por el paciente, por concepciones nebulosas sobre la marcha del mundo, la religión, la abstinencia, etc.

-Casi siempre es posible, aunque a veces muy difícil, captar en el curso de esta evolución una cierta actividad delirante o alucinatoria de forma discreta que los que le rodeaban ni siquiera habían notado.

-Se dan situaciones extraordinarias.

Cierto sujeto, durante más de un año, continuó viviendo "normalmente" a los ojos de su familia, mientras había abandonado todo trabajo y deambulaba por Paris, entrando y saliendo a sus horas habituales.

Tal otro era considerado por sus allegados como un inventor porque había conseguido albergar sus tendencias autísticas en un laboratorio donde preparaba descubrimientos, en el curso de una actividad tanto más misteriosa cuanto discordante, etc.

-Esta forma ambulatoria de la esquizofrenia (Zilboorg) de la enfermedad puede revelarse a veces peligrosamente, y algunas reacciones agresivas revelan su secreto de modo trágico.

-Todo parece, pues, resumirse en una agravación progresiva de la inafectividad, del desinterés.

-En estos casos es preciso buscar cuidadosamente los trastornos del curso del pensamiento, los elementos a menudo difuminados del delirio, que se revelan en la rareza de las motivaciones o de las conductas.

2. Las esquizoneurosis.

"La esquizofrenia pseudoneurótica"

a) HOCH P, POLATIN P. Pseudoneurotic forms of schizophrenia. Psychiatr Q.1949 Apr;23(2):248–276. [PubMed

b) The diagnosis of pseudoneurotic schizophrenia. Paul H. Hoch M.D. James P. Cattell M.D. Psychiatric Quarterly 1959, Issue 1, pp 17-43

c) The course and outcome of pseudoneurotic schizophrenia. P. H. HOCH; J. P. CATTELL; M. O. STRAHL; H. H. PENNES. Am J Psychiatry 1962;119:106-115.

Se ha llamado a estas formas "esquizofrenias afectivas", "pseudoneurosis esquizofrénicas" (Hoch P.).

- Henri Claude reunía en el grupo de las "Esquizosis" todas estas formas de esquizofrenia y también ciertos aspectos de la histeria.

- Sobre un fondo de esquizoidia puede producirse una evolución no ya lentamente progresiva y seguida, sino que explota en sucesivos brotes entre los cuales el sujeto, curado de su "brote psicótico", reemprende una existencia "neurótica".

- Esta forma relativamente frecuente se caracteriza por crisis y por sus relaciones con las estructuras neuróticas: el enfermo alterna dos modos de respuesta a sus conflictos vitales: el modo neurótico, fondo de su existencia y el modo psicótico que irrumpe por accesos (bouffées).

- Las crisis esquizoneuróticas: Claude las ha designado como "esquizomanías" para caracterizar su aire explosivo y fugaz, y ha distinguido dos formas principales:

a) aquella en la que predomina la ensoñación imaginaria y

b) aquella otra en la que predomina el enfado negativista.

- A menudo, son violentas (con clínica de furor, mutismo, rechazo de alimentos que expresa la oposición al medio, exaltación, erotismo, fabulaciones compensadoras).

- Sin embargo, en el seno de estas manifestaciones, aun en las más dramáticas, el enfermo no da la impresión de una pérdida de contacto completa con el ambiente.

- La crisis no carece de relaciones comprensibles con la biografía del enfermo.

- Se trata de una mutación delirante y provisional de sus posiciones neuróticas habituales .

- La neurosis subyacente es una neurosis grave.

- Hemos señalado en la histeria el posible paso de la serie neurótica (crisis neuropáticas, estados crepusculares, amnesia, catalepsia) a la serie esquizofrénica (despersonalización, delirio, discordancia, catatonía).

- Puede observarse igualmente el paso, en las neurosis obsesivas graves, de la vertiente neurótica que implica una lucha y defensas eficaces y fijadas, a la vertiente psicótica, expresión y fruto del abandono de las posiciones de lucha en provecho de la disgregación del sujeto.

Bibliografía clásica de formas pseudoneuróticas de la psicosis:

  • GORDON A. Transition of obsessions into delusions. Evaluation of obsessional phenomena from the prognostic standpoint. Am J Psychiatry.1950 Dec;107(6):455–458. [PubMed]

  • MACE NC, KOFF SA, et al. Diagnostic problems in early schizophrenia. J Nerv Ment Dis. 1949 Oct;110(4):336–346. [PubMed]

  • PIOUS WL. Obsessive-compulsive symptoms in an incipient schizophrenic. Psychoanal Q. 1950;19(3):327–351. [PubMed]

  • ZAIDENS SH. Dermatologic hypochondriasis; a form of schizophrenia. Psychosom Med. 1950 Jul-Aug;12(4):250–253. [PubMed]

Otras formas clínicas:

- La esquizofrenia de los niños. Solamente unas palabras:

Remitiremos a los traba jos de Sancte de Sanctis, de Tramer, de Kanner, Despert, Lebovici y Diatkine, de Stein, etc.

A destacar la obra magna de J. De Ajuriaguerra. Su "Tratado de Psiquiatría infantil", Ed. Toray-Masson, 1975).

Casos que sobrevienen claramente antes de la pubertad. Son en conjunto, conformes a la descripción de la esquizofrenia del adulto. El interés de las formas prepuberales de la enfermedad, raras y difíciles de estudiar, se refiere a su particular semiología (el modo de expresión del niño es más global que el del adulto, menos verbal, más gesticulado) y a la confrontación de las situaciones y de los fantasmas, vividos por el niño esquizofrénico, con los hechos o las hipótesis sobre el primer desarrollo del psiquismo.

-La esquizofrenia y oligofrenia. (de “los retrasados”). Se admite que del 6 al 7% de los esqui zofrénicos pueden presentar déficit intelectual de base. No obstante, existen numerosos casos de psicosis infantil no diagnosticados que pasan por oligofrenias. Tan pronto se instaura el déficit calla damente, como por una serie de crisis de tipo catatónico o caracterial.

-La verdadera "Esquizofrenia injertada” (Pfropfschizophrenie) está constituida sin duda por los casos tardíos: un deficiente psíquico, de unos 20 o 30 años, por ejemplo, tiene ideas de filiación principesca o de envenenamiento, se encierra en quejas hipocondríacas y estereotipa das o en un mundo alucinatorio a la vez pobre y monótono.

-Esquizofrenias tardías. Con este nombre se designan los comienzos posteriores a los 45 años. Estos casos son raros y plantean el problema de las relaciones con las psicosis de involución (Halberstadt, 1925). La forma paranoide es más frecuente a esta edad que en las otras. Ver trabajos de M. Bleuler. (trabajos recientes de C. Pelegrin)

El diagnóstico de la esquizofrenia incipiente. "INCIPIENS"

-En el caso de trastornos agudos “esquizofreniformes”, que mantienen al psiquiatra dubitativo en lo que concierne a su pertenencia al cuadro de las psicosis esquizofrénicas.

-Es el caso de la dificultad que encuentra ante una crisis de manía o de depresión "atípica" en sujetos jóvenes, o también en presencia de crisis delirantes agudas con despersonalización, ideas de influencia, síndrome de automatismo mental.

-En estos casos, hace falta saber suspender un juicio antes que afirmar una evolución que, como veremos más adelante, en el 50% de los casos no se efectúa hacia la cronicidad esquizofrénica.

-Se obtendrán los elementos del diagnóstico de la observación de ciertos signos alarmantes de disociación o de discordancia (síntomas catatónicos, incoherencia ideoverbal, trastornos del pensamiento, etc.).

Conviene a este respecto recordar bien que "una golondrina no hace verano" y que PUEDEN COMETERSE TERRIBLES EQUIVOCACIONES AL DIAGNOSTICAR UNA ESQUI ZOFRENIA BASÁNDOSE SIMPLEMENTE EN CIERTOS SÍNTOMAS (risas locas, respuestas tangenciales, inercia, tendencia a la abstracción, alucinaciones psíquicas, etc.).

-En las formas progresivas, crónicas, que a partir del carácter esquizoide o neurótico, realizan un estado preesquizofrénico. Aquí, como en las formas menores de la esquizofrenia, se corre el riesgo de equivocarse en el diagnóstico de la psicosis esquizofrénica en relación con el de las neurosis. Para este delicado diagnóstico se tendrá en cuenta la progresión y la rapidez de los trastornos y, sobre todo, la importancia del Delirio y del síndrome de disociación. El diagnóstico es fundamentalmente clínico, y evolutivo.

(Ver diagnóstico longitudinal de Kraepelin de la demencia precoz)

¿utilidad de los test mentales en el diagnóstico?.

Los tests proyectivos proyectan sobre las manchas de tinta del Rorschach o sobre las imágenes del T. A. T. una serie de contenidos que el contacto directo no llega a revelar: el pensamiento paradójico o agresivo, las simbolizaciones insólitas, la ligereza, el carácter borroso de las identificaciones parentales y de la identidad sexual, etc.

Diagnóstico de las formas esquizoneuróticas.

-Se trata de hacer el diagnóstico diferencial entre la psicosis esquizofrénica y las "neurosis".

-No hay que dejarse engañar por las manifestaciones excesivas de las conductas de ciertos histéricos (estados crepusculares con teatralidad, síntomas psicomotores hípercinéticos). Incluso cuando estas conductas persisten y, como a menudo sucede en los jóvenes, semejan accesos catatónicos esquizofrénicos, tan sólo por el estudio cuidadoso de los antecedentes y del carácter (mitomania, importancia de los conflictos actuales, sugestibilidad, etc.) es posible inclinarse a favor del diagnóstico de histeria.

-Diagnóstico entre neurosis obsesiva y esquizofrenia: el problema resulta bastante diferente y en suma más fácil. En efecto, la neurosis bien es tructurada en el sentido del pensamiento compulsivo, a pesar de algunas analogías, es muy distinta a la estructura esquizofrénica.

-La psicosis obsesiva, o evolución de una grave neurosis obsesiva hacia esquizofrenia. En general uno se inclinará hacia el diagnóstico de esquizofrenia teniendo en cuenta los elementos siguientes: 1º, tendencias esquizoides muy notables o, al contrario irrupción masiva de los trastornos; 2º carácter menos superficial y plástico de los trastornos; 3.°, or ganización delirante estable; 4.°, tendencia al pensamiento, al lenguaje, y al comporta miento herméticos; 5.°, falta de contacto directo e incomprensibilidad de las motiva ciones; 6º , absolutismo de las creencias y rigidez de las aptitudes; 7.°, tendencias negativistas y autísticas.

Diagnóstico de Esquizofrenia y delirios crónicos.

Tipos de delirios crónicos. Según escuela francesa de H. Ey.

-La Esquizofrenia difiere de los Delirios sistematizado en el hecho de que éstos se desarrollan con orden y claridad, según mecanismos seudorrazonantes de tal manera que el delirante sistemático (pasional, interpretador, etc.) está de acuerdo con la realidad salvo en lo que concierne a su sistema delirante.

(ver : La paranoia de Kraepelin. )

-La Esquizofrenia difiere de las Parafrenias (en una medida que parece discutible para la mayoría de autores) en que el Delirio fantástico ofrece, por así decir, dos caras: la del mito delirante y la de una buena adaptación a la realidad cotidiana.

-En lo que concierne al diagnóstico de las Psicosis esquizofrénicas en relación con el de las Psicosis delirantes crónicas, debemos repetir que la Esquizofrenia constituye una especie de este género, caracterizada por la regresión cada vez más hermética a un mundo de ideas, de sentimientos, de percepción y de creencias cada vez más impenetrables. .....

Hasta aquí la introducción a la psicopatología de las psicosis esquizofrénicas, basándonos en el tratado de Henri Ey.

¡esto no es el DSM-IV ¡¡

Forma de contactar con el organizador:

Carta a: Dr. J. L. Día Sahún.. “Seminario de Psicopatología descriptiva y fenomenología”

Hospital Universitario Miguel Servet. Servicio de Psiquiatría

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