La neurosis fóbica y LAS FOBIAS.
Su psicopatología y tratamiento.
Jornada docente MIR Y PIR de Aragón.
Historia de las fobias y neurosis fóbica.
Psicopatología clásica para residentes MIR y PIR psiquiatría.
Docencia residentes mir y pir psiquiatría y psicología de Aragón
Día 6 de febrero del 2008. Tema XI: La neurosis obsesiva y el Trastorno Obsesivo Compulsivo.
miedo. (Del lat. metus).
1. m. Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario.
2. m. Recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea
fobia. (Del gr. -φοβία, elem. compos. que significa 'temor').
1. f. Aversión obsesiva a alguien o a algo.
2. f. Temor irracional compulsivo.
Greek φοβία (fobía), φόβος (phóbos)
pánico, ca.
(Del lat. panĭcus, y este del gr. Πανικός).
1. adj. Referente al dios Pan.
2. adj. Se dice del miedo extremado o del terror producido por la amenaza de un peligro inminente, y que con frecuencia es colectivo y contagioso. U. t. c. s. m.
...La experiencia de miedo al semidiós griego Pan, quien solía aparecerse en las encrucijadas de caminos a los viajeros. Parecido a un fauno; cuernos y extremidades inferiores de cabra. Su imagen es la que ha dado lugar a la iconografía cristiana del demonio. Precisamente por eso, cristianizándose una tradición anterior, se solían erigir en la Edad Media cruceros o cruces de piedra con una pequeña capilla para la Virgen, en las encrucijadas.
Psicopatología de las fobias :
Historia y semiología de las fobias : las neurosis fóbicas.
De Benajamin Rusch a I.M. Marks.
-Benjamin Rush (1746-1813).
(Estudió medicina con William Cullen en Edinburgh, y firmó la declaración de independencia de EUA con B. Franklin)
Ver: http://platea.pntic.mec.es/~macruz/mente/descartes/america.html
Medical Inquiries and Observations Upon the Diseases of the Mind
by Rush, Benjamin . Publisher: Kessinger Publishing Date Published: 2006.
Fobias o miedos irracionales.
H. Legrand du Saulle.
-“Étude clinique sur la peur des espaces” (1878)
"-De l´agoraphobie". Practicien, 1885, 8, 208-210.
Caso clínico de agorafobia:
“el miedo a los espacios, habitualmente compatible con la plena apariencia de la salud más robusta, prodúcese con frecuencia en el momento justo en el que el paciente “neurópata”, cruza, va por la calle y llega a una plaza, y se traduce por una angustia súbita instantánea. El enfermo, preso ya de una emoción indefinible, encuéntrese aislado del mundo entero ante el aspecto del vacío que se le representa, y experimenta un horror desmesurado, pese a los escasos motivos en que se funda ese horror y pese a las más sensatas y las más tranquilizantes exhortaciones que él se dirige espontáneamente hacia sí mismo; se siente anulado, tiene miedo de descender del bordillo, no da un solo paso ni hacia delante ni hacia atrás, tiemblan todos sus miembros, empalidece, tiembla, sufre escalofríos, se ruboriza, se cubre de sudor, aumenta más y más la alarma que padece, a duras penas logra sostenerse sobre sus piernas que flaquean, y queda convencido con dolor, de que jamás podrá afrontar ese vacío, esa plaza desierta, y atravesar el espacio que se presenta ante él. Aunque sienta de repente que su mirada cae en un abismo profundo; aunque se imagine que está al borde de un cráter ardiente; aunque sea que cruza el Niagara sobre una cuerda tensa, o se sienta rodar por un precipicio, la impresión que experimenta no puede ser más penosa, más terrible que la que es provocada por el miedo a los espacios.
“(...) no obstante, nada impide la marcha de este hombre enloquecido que camina sin andar. Para espantar el temor que él siente, para retornarlo a su estado de quietud normal y restituirle el valor, basta la presencia de un compañero, el brazo de un viandante, la mano de un niño, la aparición de la luz de una linterna o de un coche, la posible ayuda de un arma, el apoyo de un bastón e, incluso, la simple posesión de un paraguas. Basta que el agorafóbico se aproxime a las casas para que recupere el valor; que penetre en una calle estrecha, y enseguida se serenará; que aborde a un conocido suyo, y cobrará confianza; que deje de sentirse solo y recuperará el arrojo. La idea de hallarse abandonado en el vacío lo congela de espanto, y la convicción de una ayuda, cualquiera que sea, lo tranquiliza fácilmente.
El miedo a los espacios prodúcese igualmente en las calles sin comercios o en que estos están cerrados, en la iglesia, en el concierto, en el teatro, en presencia de extensas murallas, de una fachada monumental y lisa, de una perspectiva huidiza, de un puente con numerosos arcos, de una gran bóveda sostenida por columnas, en un lugar donde suele amontonarse la muchedumbre, en una reunión al aire libre, en un recinto a cielo abierto, sin techo, e incluso en un vehículo de transporte público. Ese estado ansioso, que radica fundamentalmente en un sentimiento de temor exagerado y absurdo al vacío, se acompaña habitualmente de debilitamiento de las piernas, de aceleración cardíaca, de hormigueos difusos, de inicio de entumecimiento, de frío, de calor, de sudor helado, de temblor, de ganas de llorar, de recelos ridículos, de preocupaciones de tipo hipocondríaco, de ganas de orinar, de lamentos en voz baja, y de malestar general sumamente penoso, con alternativas diversas de coloración facial y de expresión fisiognomónica ...., la inteligencia es sana y la libertad moral entera.
De qué tiene miedo pues el enfermo?.
De errar, de llorar, de gritar, de caer, de sentir mareo, de desmayarse, de sufrir apoplejía, de ser tomado por cobarde, de ser objeto de risas, de pasar por loco, de sentir ganas de ir al lavabo, de desaparecer para siempre, de venirse abajo; pero lo más frecuente es que padezca miedo,...de tener miedo.
El enfermo se da perfectamente cuenta de la emoción que siente, de la perturbación que padece, y trata de convencerse a sí mismo, se culpa y se exhorta a sí mismo con palabras de ánimo; pero no cesa de tener miedo; ve que el espacio se prolonga hasta el infinito, en una perspectiva desmesurada, creen que se acortan su pasos, que aumenta el vacío a medida que avanza, y solamente recupera la calma ante la imagen de un viandante, apoyándose en un bastón o en el brazo de alguien, caminando al lado de las casas, o adentrándose en una calle pequeña. Si un día cualquiera se hallase sumamente preocupado por un asunto, librado a profunda reflexión o distraído por una noticia agradable, en absoluto se manifestaría ese temor, aunque el enfermo se hallase en el mismo lugar. Si va al campo, podrá, en algunos casos, soportar, sin sufrir la menor molestia, la vista de extensas llanuras verdosas.
“(...) El miedo a los espacios prodúcese en ciertos enfermos en un lugar muy frecuentado o en medio de las muchedumbres. Es esos casos, la angustia es absolutamente la misma que cuando el enfermo se halla en una plaza, pues ella se impone de forma súbita y es inducida por una especie casi invariable de este razonamiento:
¡no puedo salir, sufriré una crisis, todo el mundo se fijará en mí y se reirá: ¡estoy perdido¡”
H. Legrand du Saulle. –“Étude clinique sur la peur des espaces” (1878)
Veamos la Biografía de Henri Legrand du Saulle
Henri Legrand du Saulle (1830 - 1886) was a French psychiatrist, native of Dijon. In 1856 he earned his medical doctorate from the University of Paris, and was an assistant to Bénédict Morel(1809-1873) at Saint-Yon, and practiced psychiatry under Louis-Florentin Calmeil (1798-1895) at the Charenton Asylum. He also worked at Charles Lasègue's psychiatric emergency ward at the Prefecture of Police. Later he was associated with research done at the Bicêtre (1867) and Salpétrière Hospitals.
Ver trabajos de Bénédict Morel, maestro de Legrand du Saulle. :
Traité des maladies mentales. 2 volumes; Paris, 1852-1853; 2nd edition, 1860.
Le no-restraint ou de l’abolition des moyens coercitifs dans le traitement de la folie. Paris, 1861
De la formation des types dans les variétés dégénérées. Volume 1; Rouen, 1864
Louis-Florentin Calmeil (1798-1895) Maestro de Legrand de Saulle.
L. F. Calmeil. De la folie, considérée sous le point de vue pathologique, philosophique, historique et judiciaire (1845) (demonology, lycanthropy, religious obsession and other abnormal thought)
Textos escogidos de Legrand du Saulle.
La folie devant les tribunaux (1864)
Le délire des persécutions (1871)
Traité de médecine legale, de jurisprudence médicale et de toxicologie (1874)
La folie du doute avec délire du toucher (1875)
Étude médico-légale sur les épileptiques (1877)
Étude clinique sur la peur des espaces (1878)
Étude médico-légale sur l’interdiction des aliénés (1880)
Les hystériques (1882)
- Alexandre Cullerre. Les frontières de la folie, Chapitre II, §. I : « La peur des espaces », Éd. J.-B. Baillière et fils, Paris, 1888, pp. 53-63. La peur des espaces (agoraphobie, claustrophobie)
http://www.psychanalyse-paris.com/1047-La-peur-des-espaces.html
"...Après la peur des espaces ouverts, nous devons étudier rapidement la peur des espaces fermés. Sous le nom de claustrophobie elle a été décrite par le professeur Ball, par le Dr Raggi, de Bologne ; Verga, de Milan, et Meschede [5].
Elle semble aux antipodes de l’agoraphobie, et cependant coïncide parfois avec elle chez le même malade, de même qu’elle coïncide avec les diverses autres aberrations mentales que nous aurons à étudier par la suite. C’est ce qui arrivait particulièrement chez un des malades de M. Ball, atteint en même temps du délire du toucher.."
-" On a donné le nom d'Agoraphobie à une névrose caractérisée par une terreur extrême ressentie subitement à la vue d'un espace de plus ou moins d'étendue et par l'impossibilité absolue de le traverser seul.
- Cette appréhension est diminuée quand le malade s'appuie sur une canne, un bâton, un parapluie, et disparaît aussitôt qu'il donne le bras ou la main à une autre personne.
- En un mot, terreur extrême et impuissance immédiate d'aller en avant, voilà les caractères de cette névrose".
- P. Sollier : « Obsessions : Agoraphobie », Guide pratique des maladies mentales, Éd. G. Masson, Paris, 1893, pp. 361-362.
- Dr Gros : « Contribution à l’étude de l’agoraphobie (peur des espaces) et d’autres formes de névroses émotives », Annales médico-psychologiques. Éd. G. Masson, Paris, 1885, pp. 394-407.
- Benjamin Ball : « De la claustrophobie » (Mémoire lu à la Société médico-psychologique), Annales médico-psychologiques, 6e série, t. II ; 38e année, Éd. G. Masson, Paris, 1879, pp. 378-386.
- Westphal (1871), sugirió el término de agorafobia para la ansiedad que se desencadenaba cuando se camina a través de espacios abiertos o calles vacías. (En 1870, Westphal, describe el primer paciente en la literatura psiquiátrica con: "contrary sexual feeling·")
- Westphal, C. Die Agoraphobie. Archiv für Psychiatrie und Nervenkrankheiten, 1871, 3, 138-161.
- Moritz Benedikt, un año antes (1870), describió el mareo como síntoma principal de este trastorno, y lo denominó “mareo en los lugares públicos” (Platzschwindel)
- Cordes (1871) describe casos similares, y señala –hecho importante- que la ansiedad está basada en las ideas de la mente del paciente, -factores cognitivos- y que el miedo está producido a menudo por las aglomeraciones.
-Cordes, E. Die Platzangst (Agoraphobie). Archiv für Psychiatrie und Nervenkrankheiten, 1871, 3, 521-524.
- G. M. Beard: “los terrores o miedos mórbidos”. Año 1881.
Article Preview. A PHYSICIAN ON PHOBIAS. “OUR MORBID TERRORS--WHAT THEY ARE AND WHY THEY ARISE” fears morbid. Dr Beard: January 16, 1881, Wednesday. Page 8, 1807 words. The New Jork Times.
In his recent work on "Nervous Exhaustion, "Dr. George M. Beard has opened a department of inquiry which will interest all students of psycho-physics, independent of the medical aspect of his observations…”
ver: G. M. Beard: Neurasthenia, or nervous exhaustion.
Boston Medical and Surgical Journal, 1869, 80: 217-221.
(Primary Neurasthenia, Cardiac Neurosis, Chronic Asthenia, Da Costa's Syndrome, Effort Syndrome,
Functional Cardiovascular Disease, Soldier's Heart and Subacute Asthenia).
La astrofobia de Beard .
A. Cullerre en « La peur des espaces », describe la Astrofobia de Beard :
.. « Sous le nom bizarre d’astraphobie, le Dr Beard [6] décrit une affection qui se caractérise par une frayeur extrême survenant à l’approche des orages, et s’accompagnant de nausées, de diarrhée, de faiblesse et quelquefois même de convulsions. Il la considère comme très analogue à l’agoraphobie. Il cite à ce propos l’observation d’une dame qui était extrêmement nerveuse, et avait été toute sa vie sujette à l’astraphobie. Même dans sa première enfance, elle était très fortement troublée par l’approche d’un orage, et bien longtemps avant d’être en âge d’avoir peur des éclairs, elle éprouvait, au moment de leur apparition, de la faiblesse, de l’angoisse, du malaise, et divers troubles nerveux fort incommodes. Sa grand-mère avait présenté la même susceptibilité et les mêmes symptômes.
À un degré moindre, la peur des orages est assez commun et ne constitue qu’un trouble nerveux de peu d’importance. –(Según texto de A. Cullerre : « La peur des espaces ». )
Beard, Chicago Journal of nervous and mental Diseases, 1874, et Annales médico-psych., 1879 : Término de « Astrofobia » .
-La Claustrofobia. Historia de las fobias y de la neurosis fóbica:
-Benjamin Ball : « De la claustrophobie »
(Mémoire lu à la Société médico-psychologique), Annales médico-psychologiques, 6e série, t. II ; 38e année, Éd. G. Masson, Paris, 1879, pp. 378-386.
Ver : http://www.psychanalyse-paris.com/1046-De-la-claustrophobie.html
[5] B. Ball, De la claustrophobie. (Annales médico-psychologiques, 1879).
Primer Caso clínico publicado de Claustrofobia
On sait depuis longtemps qu’il existe toute une série d’états cérébraux que l’un des membres de cette Société — M. le Dr Bourdin — a désignés sous le nom générique d’horreur du vide, — et dont le mieux connu est l’agoraphobie, ou peur des espaces.
Depuis quelques années, j’ai eu l’occasion d’observer des faits — en petit nombre, il est vrai, — qui témoignent en faveur de l’existence d’un état fort analogue, quoique en apparence tout opposé ; je veux parler de la claustrophobie, ou peur des espaces fermés.
Je vais laisser maintenant parler la malade -nos dice B. Ball- : sic
« Mon départ pour la campagne eut lieu il y a trois ans. Est-ce la solitude des bois, le calme de la nature ? toujours est-il que mon mal empira. Depuis cette époque je n’ai pas eu un instant de repos ; les emportements devinrent plus rapprochés et plus violents ; â chaque instant, le sang me monte à la tète, mes yeux sont injectés de sang, et il me semble que je suis sous le coup d’une congestion cérébrale. Après la crise survient un grand calme. Je deviens toute sombre, broyant du noir à belles dents ; alors il ne faut pas me parler ; le son de ma propre voix me fatigue, et je fuis les personnes que j’aime le mieux.
Je me sens aller chaque jour davantage à la folie, et le premier avertissement que j’en ai reçu, le voici :
Un jour, poussée par la curiosité, je voulus visiter la tour Saint-Jacques : nous voilà partis, père, enfants, mari. Au beau milieu de l’ascension, je suis prise d’une terreur folle ; il me semble qu’on a fermé la porte d’en bas et que nous ne pourrons plus sortir. Les miens traitèrent cela d’enfantillage et me firent monter plus haut : tout à coup, sans qu’on ait pu comprendre ma pensée, je descendis jusqu’au bas comme un trait, malgré les cris de mes enfants, bousculant tout sur mon passage : je ne sentais plus, puisque ma tête se heurtant contre le mur ne me causait aucune douleur ; il parait que ma dernière heure n’était pas arrivée, car j’aurais pu me tuer cent fois ; ma descente avait été vertigineuse, au dire de mon mari.
À peine étais-je arrivée en bas, à l’air libre, que la crise se dissipait comme par enchantement, et je respirais bruyamment, comme au sortir d’un puits.
Une autre fois, étant au bain avec mes trois enfants et une jeune fille de quinze ans, une crise s’est déclarée parce que j’avais, par mégarde, fermé la porte du cabinet et que la fille de service ne venait pas ouvrir assez vite. J’ai cassé le cordon de sonnette, puis j’ai brise un carreau de la porté vitrée pour pouvoir m’échapper.
La peur est tout mon mal. Ainsi chez moi, dans mon propre appartement, il faut, nuit et jour que la porte d’entrée ne soit fermée qu’au pêne. Je me relève la nuit pour aller m’assurer qu’elle n’est pas fermée à clef. Si par hasard je la trouve fermée, j’appelle au secours, j’ai des hallucinations, je cours d’une pièce à l’autre pour chercher les clefs, et je ne me reconnais pas chez moi ; il me semble que je ne sais pas où je suis. Il faut pour calmer cet accès, que la porte soit ouverte ; aussitôt le trouble s’évanouit.
On ne me ferait pas rester seule dans une pièce fermée pour un empire ; ou alors ma tête déménage et je ne sais plus ce que je fais. Il faut, pour me calmer, qu’on me laisse la porte ouverte, ainsi que la fenêtre, et que j’entende les personnes aller et venir.
À Trouville, sur la plage, j’ai peur des espaces, et il me semble que je ne pourrai jamais retrouver mon chemin pour rentrer chez moi… »
J’ai tenu, messieurs, ------nos dice Benjamin Ball----à reproduire textuellement le langage coloré, mais parfois incorrect, de la malade ; certaines expressions en particulier, telles que les mots « hallucination » et « peur des espaces » ne sont certainement pas employés dans le sens des aliénistes. Mais il me paraît évident qu’au milieu de ce bouillonnement confus, dans lequel la malade ne perd nullement la conscience de son état, un délire spécial se manifeste, la peur des espaces fermés, à laquelle je propose de donner le nom de claustrophobie, déjà créé par M. le professeur Verga (de Milan).
-Freud: OBSESIONES Y FOBIAS: 1894.
“Obsessions et Phobies” Rev. Neurol., 3 (2), 33-8). 1894.
-Neuropsicosis de defensa: Ensayo de una teoría psicológica de la histeria adquirida, de muchas fobias y representaciones obsesivas, y de ciertas psicosis alucinatorias.
Ver casos clínicos: S. Freud. Obras completas. Ed. biblioteca nueva. Pág. 174. Tomo I
Caso 1). Una muchacha padece de reproches obsesivos.
Caso 2) Una muchacha con temor a la incontinencia de orina.
Caso 3) Joven casada, con impulso obsesivo de arrojarse por el balcón.
(publicado en francés, poco éxito inicial, compite con la obra de Regís, y de Janet)
-Análisis de la fobia de un niño de cinco años (Caso Juanito). 1909.
Página 1365. Tomo II. Obras completas Ed. Biblioteca Nueva.
- Pierre Janet, (1859 —1947).
http://classiques.uqac.ca/classiques/janet_pierre/janet_pierre.html
- En 1889, presentó su tesis Automatisme psychelogique. Essai sur les formes inférieures de l'activité humaine en la Universidad de París
- En 1889, Janet trabaja con Jean-Martin Charcot, director de la Salpêtrière. Completó su tesis: L'état mental des hystériques ("El estado mental de los histéricos"), como un producto de la "sugestión psicológica" (de la misma forma que la hipnosis).
- En 1898, enseñó en la Sorbona, y en 1902, llevado por su amigo Bergson en el Collège de France, donde permaneció hasta 1936. - Expuso sus tesis en Harvard (en 1906), publicadas bajo el título The Major Symptoms of Hysteria ("Principales síntomas de la histeria").
- Su discípulo americano Morton Prince (1854-1929), y alumno de Charcot en la Salpêtrière, describió la "disociación"...
The dissociation of a personality; a biographical study in abnormal psychology (1906)
-Les névroses (1909). Paris: Éditions Flammarion, 1909. )
-Les obsessions et la psychasténie, publicado en 1903 (5).
Pierre Janet en 1909 publica "Las neurosis" (3). La enfermedad psíquica como una "enfermedad funcional".
1) La psicastenia: fobia de acciones y fobia de funciones.
Concibe Janet que los psicasténicos no presentan las parálisis y contracturas de los histéricos, pero sí fenómenos equivalentes:
-"fobia de las acciones" y " fobia de las funciones: ". En el primer caso, el paciente, al ejecutar una acción, "experimenta toda clase de trastornos; siente que su espíritu es invadido por los sueños más extravagantes y su pensamiento por toda suerte de agitaciones. Siente que sus miembros se agitan y experimentan la necesidad de moverse sin orden ni concierto; pero sobre todo, experimenta trastornos viscerales, palpitaciones, ahogos, angustias. Este conjunto de trastornos se traduce en su pensamiento en un vago sentimiento, muy doloroso, análogo al miedo, y el terror aumenta a medida que continúa la acción que al comienzo se sentía tan capaz de realizar, a tal punto que ya no puede seguir (...) Como la angustia reaparece cada vez que pretende realizar el mismo acto, no puede ejecutarlo más, y en definitiva éste termina por quedar prácticamente suprimido, exactamente como en las parálisis histéricas".
-La fobia a los objetos. Estas fobias, en Janet están estrechamente vinculadas a los fenómenos obsesivos. El contenido ideativo de los temores está relacionado en general con el dañar o ser dañado física o moralmente y, por lo mismo, no se trata de un objeto cualquiera, sino de cuchillos, tenedores, objetos puntiagudos, billetes de banco, alhajas, objetos de valor, de los excrementos y basura, etcétera.
(Ver "fobias de impulsión: La phobie d'impulsion est une obsession (c'est-à-dire une idée qui s'impose à la conscience du sujet qui la ressent comme contraignante et absurde, fait des efforts pour la chasser, mais n'y parvient pas) et non pas une phobie. L'idée obsédante est la source de ruminations douloureuses et très angoissantes qui peuvent envahir complètement la pensée. Elles peuvent causer une détresse intense basée sur la hantise de commettre délibérément un acte transgressif ou dangereux comme par exemple :
· Jurer, blasphémer, ou avoir un comportement obscène dans une église ou en public
· Se blesser, se défenestrer
· Agresser ou tuer quelqu'un, le plus souvent quelqu'un qu'on aime.
· Faire du mal à son bébé (observé dans le post-partum).
Il en résulte une lutte anxieuse pénible contre cette idée qui peut conduire à des rituels conjuratoires (compulsions).
Dans la phobie d'impulsion typique, le risque de passage à l'acte est considéré comme nul1.
-Las fobias de contacto: "Lo más común –nos dice Janet– es que estas fobias de contacto se compliquen con una multitud de pensamientos obsesionantes e impulsivos. Tal enferma tiene miedo de cometer un homicidio o un suicidio si toca un objeto puntiagudo, y le tiene horror a las flores rojas y a las corbatas rojas que le recuerdan el homicidio, y aun los asientos sobre los que pudieron sentarse individuos portadores de corbatas rojas".
- 2. fobias de las situaciones :
- La agorafobia: Para Janet, el prototipo de estos cuadros clínicos es la agorafobia descrita por Westphal en 1872, y más tarde por Legrand du Saulle, en 1877.
Transcribe Janet la descripción de “agorafobia” de Legrand du Saulle: "El miedo de los espacios –sostiene du Saulle– es un estado neuropático muy particular caracterizado por una angustia, una viva impresión y hasta por un verdadero terror, que se producen súbitamente en presencia de un espacio determinado. Es una emoción como si se estuviera ante un peligro, un vacío, un precipicio, etcétera. Un enfermo comienza por tener cólicos en la calle, se le debilitan las piernas, se inquieta, y muy pronto el temor de caminar por la calle lo domina por completo. La idea de verse abandonado en ese vacío lo hiela de espanto, mientras que la convicción de ser asistido, como quiera que sea, lo apacigua con dificultad...".
- La claustrofobia -descrita por Ball en 1879- . El enfermo –dice Janet- "tiene miedo de que le falte el aire en un espacio cerrado, no puede entrar en una sala teatral o de conferencias, a un vehículo, a un departamento, cuyas puertas estén cerradas".
- Las fobias de las situaciones sociales: la eritrofobia.
Percepción de una situación moral amenazante en medio de la gente. El arquetipo de este tipo de fobia es para Janet la eritrofobia. El fenómeno central en estos casos es la presencia de terror al estar ante los demás, al estar en público y tener que actuar en público. "Todas estas fobias son determinadas por la percepción de una situación social - situación moral- y por los sentimientos originados en dicha situación".
-Régis, Emmanuel. (1855-1918).
Tratado de psiquiatría de Emmanuel Regis. Ed. Saturnino Calleja. Madrid. 1909.
-OBSESIONES FÓBICAS O FOBIAS.
La fobia es la “obsesión temerosa” (obsesión temor): fobia difusa y la fobia sistematizada.
1. Fobia difusa o panfobia:
2. Fobias sistematizadas o monofobias. La fobia no permanece difusa, sino que se fija de modo más o menos durable sobre un objeto.
a) Constitucional. Monofobias de ciertos individuos, que se podrían llamar constitucionales o idiosincráticas.
b) Accidentes. (“Fobia traumática” de Freud).
-División de FOBIAS: Innumerable, todo lo que existe puede servir de tema al temor ansioso.
Clasificación tan imposible como inútil. (nos dice Régis)
Fobias de los objetos: múltiples y tan variadas como los objetos mismos.
Las fobias de los actos:
Fobias de los lugares, elementos, enfermedades y muerte.
4. Las fobias de las anomalías, trastornos, y enfermedades de la conformación y de la salud, comprenden.
a) Las morfofobias (dismorfofobias de Morselli), o fobias de las anomalías del cuerpo, de la raza. Ejemplos: La fobia a los pelos o tricofobia.
b) Las fisiofobias o fobias de las funciones, estados y actos fisiológicos. Ejemplos: fobia del sueño, etc.
c) Las algofobias o fobias de los dolores con todas sus variantes.
d) Las nosofobias o patofobias. Las fobias de enfermedades,...
e) Tanatofobia o miedo de la muerte.
f) Fobias de los seres vivos. Las zoofobias. La antropofobia o fobia del hombre, la ginecofobia o fobia de la mujer, la oclofobia o fobia a las multitudes, hacinamiento. Etc.
No es una nomenclatura, se trata de un cuadro sinóptico, sin pretensión nosológica.
Así por ejemplo, la fobia a la rabia: Es una nosofobia, también una zoofobia, y por el miedo a los contactos, una misofobia. (nos aclara E. Regis).
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ISAAC M. MARKS. (1935.-- Residente del Bethlem-Maudsley Hospital, de 1960-1963)
- Marks IM (1969). Fears and phobias. London: Heinemann.
- The Classification of Phobic Disorders The British Journal of Psychiatry (1970) 116: 377-386. © 1970 The Royal College of Psychiatrists.
- Fears, Phobias and Rituals:Panic, Anxiety, and Their Disorders: Institute of Psychiatry University of London Isaac Marks Professor of Experimental Psychopathology. Oxford University Press, 1987 - 704 páginas
- Marks, I.M. Agoraphobic syndrome (phobic anxiety state) Arch Gen Psychiatry, Dec 1970; 23: 538 – 553.
- Living With Fear Isaac M. Marks
ver: Triumph Over Phobia http://www.topuk.org/
¿Cuándo podemos decir que nuestro temor o miedo es fóbico?.
Así pues, padecemos una fobia cuando nuestro miedo o temor es:
1. Desproporcionado a la situación que lo crea.
2. No puede ser explicado o razonado. Nuestro raciocinio nos dice lo exagerado e injusto de nuestro miedo “fóbico”.
3. Este sentimiento de miedo esta fuera de nuestro control voluntario. (Por mucho que nos parezca exagerado o inmotivado, no podemos hacer nada para evitarlo).
Lo incorporamos a nuestra personalidad y modo de conducirnos.
4. Nos lleva a evitar la situación temida. Anticipamos la situación fóbica, la rehuimos para quedarnos tranquilos.
“¿Qué precio pagamos por ello?”. P. Ej. No viajar en avión.
Clasificación de las fobias según Marks.
-1. Miedo a los estímulos externos.
a) Fobias a animales
b) Agorafobia
c) Fobias sociales
d) Otras fobias específicas.
-2. Miedo a estímulos internos
a) Nosofobias
b) Fobias obsesivas.
Ver libro:
Fears, Phobias and Rituals : Panic, Anxiety, and Their Disorders: ...
by Isaac M. Marks (Author)
"Men, during numberless generations, have endeavored to escape from their enemies or danger by headlong flight, or by violently struggling with them; and such great exertions will have caused the heart to beat rapidly, the breathing to be hurried, the chest to heave, and the nostrils to be dilated...
Psicopatología de las fobias y conductas de evitación. Capítulo libro Dr. Día Sahún.
Hasta aquí la historia de la neurosis fóbica.
Y tú, querido residente de psiquiatría o psicología clínica, ¿qué fobias padeces?.
Nos vemos en la JORNADA MIR Y PIR de Aragón. Tema: LAS FOBIAS.
Unidad docente del Hospital Miguel Servet de Zaragoza.
Forma de contactar con el organizador:
Dr. J. L. Día Sahún.. “Seminario de Psicopatología descriptiva y fenomenología”
H. Miguel Servet. Psiquiatría. Paseo Isabel La Católica 1-3. 5.009 Zaragoza.
Tf: 976 76 55 00. FAX: 976 76 56 12.